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GUADALAJARA, Jal., 8 de marzo de 2021.- El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, fecha que más que nunca se ha convertido en un motivo de profunda reflexión sobre la desigualdad y la violencia de género.
Hace un año, miles de mujeres salieron a las calles a gritar, a marchar, a exigir ni un asesinato más, a reclamar igualdad en oportunidades y la eliminación de todo tipo de discriminación.
La Organización de las Naciones Unidas decretó el 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia con el objetivo de erradicar las profundas desigualdades toda vez que menos del 30 por ciento de quienes se dedican a la investigación científica son mujeres.
En la Universidad de Guadalajara cada vez hay más mujeres encabezando investigaciones, grupos de trabajo, direcciones y puestos de mando, pero no es resultado de un acto de generosidad, se lo han ido ganando con el paso de los años con su trabajo y aportaciones.
Diciéndose honrada por poder hablar en nombre de los cientos de mujeres en la ciencia en Jalisco, Bárbara Vizmanos Lamotte, coordinadora de Investigación del Centro Universitario de Ciencias de la Salud describió a Quadratín Jalisco la aventura de ser mujer, mamá, esposa y científica.
«Ser científicas es un poco querer responder a un interés por aportar algo más, aportar un conocimiento que sirva a la sociedad, que tenga impacto social «.
Bárbara Vizmanos Lamotte
¿Qué ha significado ser mujer y ser científica?
Realmente ser científica es un reto para cualquier género, pero estoy segura que para las mujeres también supone algo más, en el área de la Salud somos muchas mujeres, hay muchísimas mujeres médicos, enfermeras, nutriólogas, del área del deporte, psicología y no todas son llamadas a ser científicas. Ser científicas es un poco querer responder a un interés por aportar algo más, aportar un conocimiento que sirva a la sociedad, que tenga impacto social es algo muy resaltado, no se vale hacer ciencia sólo para nosotros, para consumir, para publicar más, no para aportar información que impacte, creo que ser mujer en la ciencia en también ver desde otra perspectiva algunos de los problemas que día a día tenemos.
Se habla de que el porcentaje de mujeres en la ciencia es poco todavía
Por ejemplo, volviendo al área de la Salud, somos muchas médicos, muchas mujeres psicólogas, pero dedicadas a la ciencia proporcionalmente no somos tantas. Es cierto que en el país durante mucho tiempo se privilegió que los hombres fueran los incorporados a las academias. Esto cada vez se está intentando romper. La Universidad de Guadalajara también está trabajando para que haya más mujeres que se incluyan como mujeres científicas, y lo que vemos también es que cuando acaban la licenciatura, incluso durante, hay muchas mujeres interesadas que hacen veranos de investigación, o que buscan acercarse a otros investigadores para conocer qué es ser científica, porque también luego se imaginan que andamos siempre con bata y que estamos en un laboratorio, hay muchas maneras de investigar.
Cuando ustedes presentan protocolos de investigación o un proyecto, ¿les cuesta más trabajo que las tomen en serio?
Yo diría que entre nosotros colegas, creo que ya no, creo que ya hay un respeto muy grande al trabajo de la mujer científica, a lo mejor, quizás, cuando se socializa y se divulga a la población. A veces hay personas que pudieran decir, es una mujer, a lo mejor no le creo tanto, pero creo que se ha estado rompiendo un poco ese tabú, ese decir, que las mujeres no son capaces de hacer ciencia. De hecho hay libros que en un momento dado se cuestionaban, es mujer, pues no va a poder hacer ciencia, y la mujer científica existe desde la antigüedad, desde el Siglo XVI, mujeres astrónomas que descubrieron un astro, y el marido lo publicó porque él sí podía publicar, ella no, porque era mujer, pero creo que hoy por hoy, gracias a las redes, a la comunicación que se está teniendo, y a la contribución de personas como ustedes que ayudan a que la población esté mejor informada, creo que la mujer está tomando también su rol en la ciencia y debe seguir tomándolo.
Pero no le ha tocado enfrentar cuestionamientos como: Es mujer y se va a embarazar, va a estar cuidando niños, va a llorar si algo le sale mal, ¿no le ha tocado eso?
Absolutamente sí, eso sí es cierto, y yo me acuerdo también perfectamente cuando tuve mi primera hija, de asistir a una reunión con ella, era bebé, creo que tenía un mes. Era una reunión de Conacyt aquí en Guadalajara, y me dijeron que no podría pasar por la bebé, les dije que por qué no, y me dijeron que porque va a llorar, si llora yo saldré, pero es una bebé, está dormida, y cuando llore yo le daré el pecho y se va a callar, obviamente pasó la junta sin ningún problema, pero todavía estaba ese estigma de mamá – bebé, no puede ser, o mamá que se va a quedar embarazada, de hecho, sí es cierto que a veces se mira eso, lamentablemente una mujer tiene el riesgo de embarazarse, pues no es un riesgo, es algo biológico, absolutamente normal y es parte también del ciclo de la vida, pero sí, puede ser que como mujeres también tengamos un reto grande, porque en la etapa de embarazo, yo tuve dos etapas de embarazo, ciertamente la capacidad de concentrarme en lo que hacía en ciencia, en lo personal, no quiero decir que sea para todas igual, pero en lo personal, sí me hacía que me podía concentrar, pero con menor capacidad creativa, yo creo que mi creatividad estaba enfocada más al embarazo, a mi bebé y cuando crecen, y durante los primeros años de vida de los niños, creo que el cerebro de la mamá está todavía queriendo proteger, cuidar, ese ser que está en desarrollo y que es tan vulnerable.
Entonces, yo me acuerdo también de trabajar más en esas etapas de mi vida para no perder mi productividad, y eso es un riesgo que nos pasa a muchas mujeres, otras colegas con las que he podido hablar, que por la maternidad pareciera que no alcanzas a todo, por ejemplo, el Sistema Nacional de Investigadores nos apoya un año más, cuando somos mamás, sin tener que demostrar avances, tenemos un año más para producir, porque creo que ellos han entendido que nuestra productividad puede verse un poquito mermada, pero eso no quiere decir que no seamos capaces, seguimos trabajando igual, realmente es permiso de maternidad, no incapacidad de maternidad, porque no somos incapaces, pero sí es cierto que como mujeres también tenemos el derecho de disfrutar esa maternidad, y eso es un reto cuando estamos en un mundo en el que todavía hay muchos hombres que pueden no entender eso.
¿Por qué suele pasar que a las mamás les dicen: elige, o tu profesión que amas o tu maternidad, cuando a un hombre jamás le plantearían algo así?
Así es, y a las mujeres sí hay retos, incluso hay responsabilidades en las que por ser mujer va a exigirles que le dediquemos más tiempo, porque también, las expectativas que puede haber en la mujer pueden ser no las mismas, insisto, nosotras tenemos mucha suerte en la Universidad, por ejemplo, nuestro rector incorpora muchas mujeres en puestos de responsabilidad, nos tiene mucha confianza, y eso permite que nos sintamos apoyadas, pero eso tiene que llegar a toda la población, y a toda la sociedad, ese es el reto.
«Yo había querido ser pediatra toda mi vida, entonces dije, Niño Sano sí me gusta y fue así como empecé estudiando en un proyecto de embarazo, la alimentación, y empecé a trabajar cosas de alimentación, de crecimiento, desarrollo de los niños».
Bárbara Vizmanos Lamotte
Para llegar a un doctorado, usted ¿qué estudió primero?
Primero, estudié medicina, la licenciatura en medicina en la Universidad de Barcelona, y luego, mi carrera es un poquito especial porque yo quise llegar a ser científica investigadora un poco por casualidad, no lo tenía tan claro, pero lo que sí me di cuenta durante la carrera es que no quería ver personas enfermas, porque me dolía mucho el dolor ajeno, y fue una compañera la que me ofreció la posibilidad de ser entrevistada para un puesto de becario en una unidad de investigación, que estudiaban Niño Sano. Yo había querido ser pediatra toda mi vida, entonces dije, Niño Sano sí me gusta y fue así como empecé estudiando en un proyecto de embarazo, la alimentación, y empecé a trabajar cosas de alimentación, de crecimiento, desarrollo de los niños, y así llegué, hice el doctorado entonces, entré como becaria, vi la experiencia, me gustó, sentí que era lo que yo quería hacer y tuve un doctorado directo, no requería maestría, directamente de licenciatura a hacer doctorado, y después de eso es que conocí a un mexicano y me vine aquí a México, y me encontré en la Universidad de Guadalajara, y en estos 21 años, mi trabajo ha sido prácticamente compartir la pasión por lo que hago en el área en la que esté trabajando, en investigaciones, cómo sensibilizar a gente joven, a mujeres. He formado a muchas, muchas mujeres, a las que realmente es como compartirles ese poder que todos tenemos, pero que nosotras como mujeres también tenemos, casadas, con hijos, jóvenes, menos jóvenes, y demostrar que todos queriendo aportar un granito a la ciencia, podemos hacerlo desde nuestra trinchera.
Para llegar a la Coordinación en Investigación, ¿llegó directo o le costó?
La Universidad en un momento dado creo que vio en mí la posibilidad de una gestora, que no fuera mala gestora y que no dejara de ser investigadora, porque también compaginar las dos actividades tiene su reto, y pues he pasado por varios cargos, cosa que me honra mucho, fui jefa de un departamento, fui coordinadora de la carrera de Nutrición, fui secretaria en una División, y luego pasé a ser la coordinadora en investigación del Centro, y la verdad es que esta responsabilidad es maravillosa, me articulo con más de 250 investigadoras es investigadores del SIN, más investigadores que todavía no está en el SIN pero que anhelan también y estamos trabajando con el rector, con el coordinador de postgrado, con el coordinador de Planeación, con la coordinadora de Especialidades, para ver cómo vamos a fortalecer la investigación de todos los académicos, y sobre todo cómo podemos incorporar a los jóvenes a investigación y aportar conocimiento que realmente le sirva a la sociedad, ese es nuestro reto.
Con más de 20 años aquí me imagino que más de una ocasión se ha sorprendido o se ha maravillado o se ha inspirado con investigaciones increíbles.
Cuando yo llegué a México una de las cosas que me parecían más complicadas fue como poder saber cómo está comiendo la población, si realmente comen ustedes de una manera tan deliciosa, pero muy complicada de medir. En España, por ejemplo, cuando comes es un plato de verdura y un bistec, pero aquí son taquitos, y decía, ¿cómo cuantifican la carne del taquito y la verdura que le ponen y la salsita?, es muy complicado hacer eso. Eso fue desde el principio un reto para mí, para entender cómo se cuantificaba y trabajamos un álbum fotográfico de alimentos mexicanos, esa fue una de las aportaciones que a nivel nacional se han reconocido y sirve para que en la entrevista con la persona se le pueda enseñar y señale la cantidad más o menos de lo que consumió y se cuantifique lo que consume, con vistas a poder dar una mejor orientación alimentaria a la persona, y pues mire, de esta ración se recomienda un poquito menos, o le faltaría comer más de esto otro, entonces esa fue mi primer aportación que fue que dije, quisiera hacer eso, me tardé muchos años, fue un proyecto que hicimos con Francia, España y también México y lo trabajamos y salió y fue muy bonito, y seguimos trabajando con ese álbum, esa fue una de las cosas bonitas.
Más recientemente nos invitaron a trabajar a un proyecto con el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT y ese es otro proyecto, no es tanto de mi área, pero nos invitaron para articular y para trabajar, pero es maravilloso también, y creo que es una oportunidad enorme para la situación que estamos viviendo ahorita con esta pandemia, y es que un grupo de MIT que trabajan a través del sonido, de grabaciones, ellos habían trabajado con grabaciones de voz para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer, con sólo la forma de hablar, hay una súper computadora que habían registrado muchas voces y era capaz de decir quién iba a tener Alzheimer o no; y ellos propusieron por qué no lograr un dispositivo que cuando una persona tosiera, forzara la tos, pudiera diferenciarse una tos sana, de una tos de un paciente afectado por Covid, entonces, ese es el reto en el que hemos estado trabajando desde el mes de marzo – abril del 2020, hemos estado intentando captar con todo el trabajo que la Universidad de Guadalajara estaba haciendo las pruebas, invitando a la población que venía a hacerse las pruebas, a que tosieran, o sea a que forzaran su tos, las están grabando en una plataforma. Esa información es la que de forma totalmente anónima, no saben quién graba la tos, solo saben que era mujer, qué edad tenía y eso y si tenía o no un diagnóstico positivo o negativo, entonces, se está alimentando un sistema que ya se comprobó que es bastante fiable, cuando las personas dicen, estoy enfermo o no, estoy enfermo, pero no tenían la prueba, entonces, la UdeG lo que va a aportar son esas pruebas con esas toses y ya el MIT está trabajando los datos, entonces esperamos pronto que nos puedan validar eso.
¿Qué ventaja tendría?, pues que yo antes de salir de casa, y venir aquí a la oficina, yo podría toser, y si mi tos es segura, yo podría venir aquí tan tranquila de decir, me puedo quitar para las fotos la mascarilla, y no hay peligro de que yo los contagie, pero el equipo del MIT, en colaboración con distintos países, en concreto con U de G también está trabajando esto, lo que no quiere es decirle a alguien, estás sano y que haya un error, porque entonces por evitar la mascarilla pensando que estas sanos puedes contagiar a otros, o al revés, decirle a alguien, usted está enfermo, cuando no está enfermo, entonces, las empresas tampoco querrían una herramienta que fallara en el diagnóstico, entonces, están trabajando en comprobar eso, es como una súper Alexa que recibe la información y que nos pudiera retroalimentar, ahorita no da respuesta, sólo estamos grabando toses, pero la idea es que luego podamos tener en nuestro celular la aplicación y pueda servir, imaginemos para subir al camión, que hubiera la posibilidad de antes de entrar, y si no asegurarnos que esa persona lleva una buena mascarilla y que no vaya a contagiar, es una forma de poder comprobar si sirve ese sonido de la tos para diagnosticar personas enfermas o no y que nos abriera a una vida un poco menos confinada, que nos permitiera un confinamiento mucho más preciso, más estrictos, pero que los demás pudiéramos tener una vida más parecida a lo que conocíamos antes.
¿Estarán desarrollando un tipo de algoritmo?
Eso es lo que está haciendo el sistema, el algoritmo que se crea es justamente a diagnóstico positivo como es el sonido de la tos, y la súper computadora es la que va diferenciando mediante inteligencia artificial la forma en que es esa tos, el sonido, el timbre, diferentes características, de las que yo no soy experta, pero entonces van diagnosticando, entonces, van poniendo toses nuevas, y mediante un sistema de algoritmos de varias características dice sí está enfermo o no, están comprobando qué tanta capacidad tiene de decir los verdaderos positivos y los verdaderos negativos. Esperemos que sí y que podamos ya decir que ya se puede utilizar la aplicación.
«Tengo dos, una hija y un hijo, yo sé que se quejan de que los he tenido un poco a veces abandonados».
Bárbara Vizmanos Lamotte
Regresando al tema de la maternidad, ¿cuántos hijos tiene? Y ¿cómo le hizo para combinar la maternidad con la ciencia?
Tengo dos, una hija y un hijo, yo sé que se quejan de que los he tenido un poco a veces abandonados, se quejan de chiquitos nunca me decían nada, pero yo me acuerdo de irlos a buscar y que llegabas tarde, les decía, ya saben que a veces por mi trabajo llego tarde, había días que me decían: cuando venías, primero te decíamos ¿ya comiste?, y si no habías comido mejor nos callábamos porque si no seguro que subías el tono de voz. Entonces, ellos son receptivos. Sí me queda claro que también es una decisión como madre trabajadora en cualquier área el mantenerse activo en lo que a uno le gusta, y creo que también para ellos es una enseñanza, un aprendizaje, como mi mamá que me decía, yo no pude seguir trabajando porque me dijeron, o tus hijos, porque nadie más te va a cuidar a tu hija, en este caso fui la mayor, tu trabajo o tus hijos, entonces bueno, realmente, hoy tenemos muchas posibilidades para que eso no pase, pero creo que como mamás para mí el reto más grande era qué voy a hacer para estar con mis hijos, y lo que yo entendí es que lo que tenemos que tener muy en cuenta es el tiempo de calidad, que cuando estemos con ellos, realmente estemos con ellos, interactuando, escuchándolos de una manera activa, entonces, creo que se atreven a decirme todo lo que me dicen que no hice bien, porque también hemos podido tener otras cosas que creo que sí debimos hacer bien y creo que esa comunicación es clave, que vean que nos cuesta también a las mujeres seguir avanzando, que hay que dejar cosas, sacrificar otras, trabajar a veces fines de semana, ellos se dan cuenta, y a veces puede ser un arma de doble filo, mi hija a veces me dice, mamá, nunca voy a poder hacer lo que tú haces, y yo le digo, claro que sí, puedes más, pero sí es cierto que a veces puede ser una imagen que pueda asustar por la entrega que requiere, por las muchas actividades que a veces se involucran, pero creo que cuando nos ven hacerlo con pasión, con ganas, creo que eso es lo más importante que tenemos que transmitir a las nuevas generaciones, que nuestro granito de arena en lo que hagamos sea como ustedes como periodistas, su aportación, si la transmiten con fuerza, es la que va a permitir que haya muchas niñas que quieran ser periodistas y que puedan ser capaces de traducir lo que yo quiero expresar de una mejor manera a la población.
Pero también puede ser inspirador para los hijos
Claro que sí, y también ese es el elemento para los hijos, para los alumnos, a veces sí es bonito cuando un alumno te dice, maestra, estoy allí porque usted me hizo sentir que yo podía hacer y estudiar un doctorado, eso realmente son momentos en los que uno siente que sí trascendió, y sí creo que como científica una de nuestras funciones es inspirar a los más jóvenes a superarnos y a ser mejores que nosotros y aportar más a la sociedad.
Doctora, ¿usted se considera feminista, activista?
No soy activista, pero sí creo que tengo rasgos feministas, tampoco soy una mujer que tenga todos los elementos de un feminismo claro, pero creo que las mujeres tienen que ser escuchadas, que las mujeres tienen los mismos derechos que los hombres a pesar de que en 1789 se declararon los derechos del hombre, son los de la humanidad, de las personas, y creo que muchas veces sí hace falta que la mujer sea escuchada más atentamente y creo que hay muchas mujeres en situaciones que están ocultas. Muchas científicas que por no hacer alarde a lo mejor no van a tener la posibilidad de compartir sus experiencias, yo tengo la oportunidad en este momento de compartirlo, pero yo estoy verbalizando a muchas otras compañeras, muchas, muchas de ellas. El otro día estuve hablando con una gran investigadora que fue la primera SNI 3 en el Instituto Mexicano del Seguro Social, muchos son perfiles también muy valiosos, que han hecho mucho por la ciencia y por México en la ciencia y en cualquier otra área, las mujeres tenemos que darnos el valor que tenemos, apoyarnos mucho, también creo que la red de hermanas, o las sororidades. También es muy importante para reconocernos en los momentos en los que estamos fuertes, pero también en los que no nos sentimos tan fuertes, creo que sí es importante seguir trabajando porque la mujer tenga su rol y pueda hablar.
Aquí en la Universidad tienen varias compañeras académicas que están muy activas en los movimientos por los derechos de las mujeres
Así es, aquí en el CUCS mismo tenemos varias compañeras que han trabajado por mostrar activamente lo que es capaz de hacer la mujer, por hablar claramente el no a la violencia contra la mujer. Son mujeres que van a dar la voz clara a estas mujeres que no están en posición de ser las mujeres que pueden llegar a ser.
«Creo que como científicas nos cuestionamos todo el rato lo que hacemos, y a veces es agotador».
Bárbara Vizmanos Lamotte
¿Hubo algún momento de duda? ¿En que pensó que no iba a poder?
Agradezco la pregunta, porque el otro día lo compartía con alumnos del doctorado, y estaba otra colega, y entonces me escribió incluso en el chat y me dice, la duda, la duda, la duda siempre, creo que nosotras como científicas más, creo que la duda es todos los días, cuando uno se levanta, ¿hice lo que tenía que hacer?, ¿puedo lograr lo que estoy planteando lograr en este momento?, ¿seré capaz de transmitir a los alumnos lo que necesito que sepan para que puedan avanzar?, creo que como científicas nos cuestionamos todo el rato lo que hacemos, y a veces es agotador, porque es ¿cómo hacerlo mejor?, ¿cómo lograr transmitir mejor el mensaje? para que la sociedad avance, conozca y tenga la mejor información, para tomar decisiones, como en este caso que trabajamos nosotros para su salud, entonces, la duda, sí, está presente en casi cada uno de los caminos que tomamos, yo por ejemplo al principio tenía muy claro que yo no quería ningún cargo, porque decía, un cargo administrativo me va a desenfocar de mi actividad como investigadora, ahora he entendido que también se pueden amalgamar con esfuerzo y con trabajo, pero que también eso puede permitir visibilizar a las mujeres, ayudar a otras mujeres, y es todo un reto, sacrificar algo mío para que otros podamos avanzar más, otras mujeres.
¿Qué mensaje le gustaría compartir sobre todo a las más jóvenes, a las niñas que se interesan por la ciencia y no saben si será posible dedicarse a ello?
Yo les invitaría a pensar que las dudas que nos planteamos son para crecer, que cuando tenemos una duda es porque tenemos que encontrar qué es lo que nos hace fuertes para salir adelante, y que lo que digan los demás hay que ponerlo siempre en reflexión, incluso lo que nos dicen nuestros papás, que nuestros papás a veces nos dicen las cosas como ellos aprendieron, pero las sociedades, los conocimientos avanzan, entonces la propuesta sería, si dudas en que puedes, no dudes, todos tenemos el mismo potencial, tanto hombres como mujeres, y las niñas tienen tanto potencial como los niños, entonces la pregunta es, no crean que no son capaces, duden en cuál será el mejor camino, y ese, analicen si van por aquí o van por este otro camino, pero escuchen lo que quieren hacer , creo que una de las cosas más bonitas es poder estar levantándose en la mañana y hacer lo que a uno le gusta, disfrutar su camino de todos los días, más que hacer lo que se supone que tengo que hacer, porque lo tengo que hacer, porque es el rol que se me asigna, entonces, a todas las niñas que tengan ganas de entrar, a los papás y a las mamás, escuchen a sus hijas, denles la oportunidad, hay muchas opciones que se pueden brindar.
Como trabajamos en el área de la alimentación, estar en la cocina es estar en un laboratorio, en el que se pueden transformar alimentos y conocer procesos físicos, químicos, es una oportunidad de practicar la ciencia, y saborear luego los productos finales, entonces, hay muchas áreas, como esa, y que practiquen también los niños, realmente no sólo es para las niñas, que en los retos que se plantean busquen a personas que los puedan ayudar, y en ciencia también es importante decir, creo que estamos siempre abiertos a escuchar a personas que quieren oír de nosotros, nuestra función también es inspirar a los más jóvenes, darles la oportunidad, y pues tienen nuestros datos, en internet está el correo, el teléfono, lo que necesiten de muchas de las investigadoras y los investigadores del país dispuestos realmente a poder contestar, a escucharlos, incluso, claro que sí, hoy por hoy, que hay hasta la posibilidad de hacer entrevistas por la televisión, de poder tener con alguna clase, con algunos maestros, o con los mismos niños, estoy segura que muchos de nosotros estaríamos encantados de poderlos sensibilizar, de hablar con ellos.
«Me ha tocado vivir en España, conozco mucho de otros países de Europa, y realmente la calidez que tienen ustedes como mexicanos es maravillosa».
Bárbara Vizmanos Lamotte
Y ahora sí, por último, después de que realizaron esta investigación sobre la comida mexicana, ¿a usted le gusta siendo española?
¡Sí!, es una de las cosas más deliciosas que hay, me gusta mucho la comida mexicana, me gusta mucho vestir ropa mexicana, siento que tienen ustedes una riqueza cultural en el país extraordinaria. Además de ser personas con un corazón enorme. Me ha tocado vivir en España, conozco mucho de otros países de Europa, y realmente la calidez que tienen ustedes como mexicanos es maravillosa, y creo que la comida refleja esa riqueza cultura, al principio yo decía, ¿por qué le ponen chile a todo?, sólo sabe a chile, pero ahora ya entendí que no, que cada platillo tiene su chile y si no, no tiene el sabor que tiene que tener, entonces sí, soy una fanática, no soy muy buena cocinera mexicana, pero también hago mis pininos, algunos platillos, y los disfruto mucho.
¿Ya se siente mexicana?
Mi corazón sí, realmente ni tengo la nacionalidad, pero siento que mi corazón sí lo es. Tengo dos hijos mexicanos, y me dicen que eso ya me da cierto derecho de corazón, pero me siento muy bien en el país, la verdad es que me siento muy acogida, muy apapachada, y también correspondo y quiero corresponder al país con mi quehacer diario.
¿Algún platillo favorito?
Mexicano, yo podría decir que el pozole de Colima, me encanta, pozole seco, que hace mi suegra o mi cuñada en estos momentos, y también me gustan mucho los sopitos de Colima, de Guadalajara las Tortas ahogadas, la verdad sí hay muchos platillos, del sur, de diferentes estados, sus especialidades, me ha gustado mucho degustarlas también.
Algunas mujeres cantan y escriben, otras salen a las calles a manifestarse, otras salvan la vida de personas en los hospitales, algunas más cuidan las calles o sus hogares, hay quienes estudian en universidades, y otras, como Bárbara Vizmanos, levanta la voz para hacerse escuchar a través de la ciencia, ese es otro tipo de activismo.