
Extinguen incendio en terreno baldío de Santa Fe
GUADALAJARA, Jal., 17 de julio de 2021.- De enero a mayo de este año, la dirección de Parques y Jardines del Gobierno de Guadalajara, derribó 611 árboles, al determinar que podrían representar un riesgo durante el temporal, pero en el mismo periodo, el ayuntamiento registró la caída de 188 árboles.
El director de parques y jardines Gabriel Real, detalló lo que observaron para considerar si es árbol representa o no, un riesgo; “vemos nosotros inclinación de un árbol, si está enfermo el árbol, si tiene mucho muérdago, o sí el árbol está seco o está hueco. Cualquiera de estas situaciones puede ser una causa de riesgo. Se manda a hacer un peritaje, van expertos en arbolado, checan el árbol, ven sus condiciones de si está enfermo o no y si hay que derribar o no y de acuerdo a ello es que procedemos nosotros”.
Durante junio y lo que va de julio, ya durante algunas lluvias, se han contabilizado 445 árboles caídos, con lo que suma la pérdida de más de mil ejemplares perdidos en el municipio, tan sólo en lo que va del 2021.
Al respecto, el director confirmó que cada árbol ya sea retirado o caído, es suplantado. “Llevamos un control exacto de donde estuvo cada uno de esos árboles y en ese mismo lugar donde se cayó un árbol, nosotros replanteamos un árbol nuevo, pero no replantamos árboles chicos, plantamos ya árboles con cierta edad y con cierta altura, que va más o menos entre los 2 y 3 metros para garantizar que el árbol continúe con su vida y que no vaya a llegar alguna personas, algún carro o haya árboles chiquitos y nos los maten”.
Actualmente el municipio mantiene un registro de alrededor de un millón de árboles.
En cuanto a la responsabilidad del municipio, el director recordó que al interior de las viviendas o en banquetas particulares, el ayuntamiento no tiene injerencia, pues ellos solo supervisan áreas como:
La intención del municipio es realizar plantaciones de especies endémicas como jacaranda, laurel de la india, de cítricos, arrayán y laurel entre otros, para reducir el riesgo de daños en viviendas, banquetas y aljibes, como el que puede provocar algunas especies como el ficus.