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GUADALAJARA, Jal., 30 de enero de 2021.- Don Ambrocio Torres Hernández es originario de Veracruz. La pandemia suspendió definitivamente su trabajo, obligándolo a mirar nuevas fronteras. Salió de su ciudad para viajar a Jalisco en busca de nuevas oportunidades. Las cosas se han tornado complicadas, pero busca la manera de salir adelante.
“Yo soy albañil y me quedé sin chamba y mis chavos ya andaban en esto (de intercambiar árboles por despensa). Tenían dos días. Me invitaron, me dijeron vengase para acá, aquí para que nos ayude, aquí le damos algo, pero no me dijeron cuánto y aquí veo que no nos dan dinero, uno que otro sí, pero casi más despensa”, señaló.
En la calzada Independencia, frente al Estadio Jalisco y a tan solo unos pasos de la Plaza de Toros de Guadalajara, hay una camioneta con una manta que dice: Cambio arbolitos por despensa. Con esto, Don Ambrocio busca la manera de sobrevivir durante la emergencia sanitaria, esa que ha golpeado no solo salud de todo el mundo, sino también la economía.
“Empezamos allá (en Veracruz) por lo mismo de que se acabó la chamba y pues dijimos vamos a cambiar esto (árboles) para que nos dieran para nosotros poder comer, y sí sale para la comida, poco a poco va saliendo y por eso ya le seguimos, porque pues las personas de buen corazón nos ayudan. Yo llegando a mi casa veo qué es lo que nos brindan. A veces lo vendo para poder cubrir otras necesidades. Hay personas que nos traen de lentejas y de todas maneras le doy el árbol, porque sé que con otras personas vamos a recuperarnos. A veces me traen una pasta, una botella de agua”, expuso.
Los productos que recibe al señor, viajan hasta San Juan Coscomotepec en Veracruz, allí él los vende a mitad de precio, lo que le genera un pequeño ingreso, lo que le ayuda a cubrir otros gastos necesarios.
“Hay árboles que tienen precio de 250, unos de 300, pero como son más grandes, de todas maneras sale rápido, por eso me dejan los más chiquitos, y también a veces varían los precios a veces 50, a veces 70. Hay productos que vendo a mitad de precio, si vale a 20, yo lo doy a 10 pesos. Allá en mi rancho (San Juan Coscomotepec, Veracruz) las vendo con mi gente”, concluyó.
Algunos compran los arbolitos para matar dos pájaros de un tiro, apoyar a don Ambrocio y cuidar el medio ambiente, porque para salir de esta crisis mundial, es necesario jalar todos parejos.