GUADALAJARA, Jal., 12 de agosto de 2020.- La Expo Guadalajara que durante meses albergó a los equipos que generaron más de 260 mil despensas del Programa Jalisco sin Hambre ahora luce vacía porque el proyecto migró y se transformó hacia otros organismos de la sociedad civil; quienes participaron de esta iniciativa que surgió ante las afectaciones económicas del Covid 19 califican la experiencia como desafiante, afirmó su vocero, Guillermo Velasco.

“Más que una conclusión, lo que hay es una nueva etapa, no se va a acabar el problema del hambre, la coyunturas surgen de manera temporal y con intensidades distintas, pero el problema es serio y seguirá, de tal manera que lo que vamos a plantear será institucionalizar esta ayuda, con instituciones que ya venían trabajando el tema del hambre antes, que están trabajando ahora de la mano de Jalisco sin Hambre y que se van a quedar trabajándolo después, además lo han hecho muy bien, ahí tienes el caso del Banco de Alimentos y Cáritas.”

Guillermo Velasco dijo que este programa ya lo presumen en otros estados del país, porque lograron armar una gran logística muy rápido, con el apoyo de los empresarios de Jalisco para atender el grave problema de la falta de alimentos, que ya existía, pero que fue más intenso debido a la parálisis económica que representó el Covid 19.

El gran aprendizaje, dijo, es que no pueden parar, ya sea desde otras trincheras, ahora que lograron unir esfuerzos y despolitizar una política social que suele ser rehén de intereses electorales.

Por ello, Guillermo Velasco invitó a seguir colaborando con este programa, ahora a través de Cáritas y Banco de Alimentos, ya sea en sus redes sociales o en los templos de las colonias que están vinculados.

Aclaró que este apoyo que ya alcanzó a cerca de 1.2 millones de familias de Jalisco, no está condicionado ni a religiones ni a partidos políticos, quien requiera alimentos porque perdió su empleo o sus ingresos debido a la pandemia pueden acercarse a solicitarlo.