Al cuarto para las 12, compradores abarrotan zona de Obregón
GUADALAJARA, Jal; 22 de octubre de 2018.- Al participar en el panel Definir la nueva era en la lucha contra la corrupción en el marco de México Cumbre de Negocios, el empresario Juan Francisco Torres Landa afirmó que este es un problema ya intolerable en el país por lo que necesitamos una sociedad crítica, y por ello lanzó un reto a los participantes para la conferencia que presentará este lunes el presidente Enrique Peña Nieto.
“Y les voy a poner un reto para esta tarde y seguramente va a ser motivo de un gran escozor, hoy cuando entre el presidente en funciones a este salón, todo mundo debe guardar un silencio sepulcral, porque si hay aplausos no están siendo participativos en el sentido correcto, no sugiero lanzar jitomates, aunque quizás se los tiene ganados, no sugiero ser descorteses, pero un silencio sepulcral es lo que debe ser porque esos son nuestros empleados, son personas que contratamos con el voto, no personas a las que les debemos un temor reverencial”.
Por su parte, Max Kaiser, fundador del Centro para la Integridad y la Ética en los Negocios, afirmó que la promesa de muchos políticos de combatir la pobreza está destinada al fracaso, porque es algo que se ha vuelto normal y que desafortunadamente tiende a copiarse.
Por ello, los panelistas insistieron en la necesidad de que existan más sanciones y más radicales, que la corrupción salga cara, que quienes incurran en ella pierdan sus empleos, su libertad y que pierdan lo que obtuvieron a través de ella.
Sin embargo, lo que suele ocurrir, cuando mucho, es que tienen que tolerar unos periodicazos un tiempo, pero con el tiempo la sociedad termina olvidando y perdonando.
Lamentaron que México ocupa el lugar número 138 entre un listado de 180 en el tema de corrupción, es decir, es de los más corruptos del mundo, y mientras las autoridades y los políticos generaron un Sistema Nacional Anticorrupción es como un auto sin ruedas y sin conductor, porque no lo dotaron de herramientas para operarlo.
Por su parte, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe compartió su experiencia y dijo que el poder corruptor del narcotráfico no tiene límites con más de 270 mil hectáreas sembradas de droga en aquel país.