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¡¡¡PLOP!!!
SE CIMBRA LA ESTRUCTURA DEL PAN
La lamentable muerte de Octavio Esqueda este fin de semana, víctima de un paro cardíaco, traerá movimientos al interior del PAN que, de por sí ya está más que dividido con sus diferentes grupos de poder que siempre se han impuesto en el blanquiazul.
Los Cortés, los del Estatal y los que quedan de lo que dejó el expanista y ahora morenista Chema Martínez (quien dicen todavía alcanza a mover varios hilos al interior del PAN), sin duda deberán tener un reacomodo al interior de sus grupos.
Octavo Esqueda, quien fuera consejero y exoficial mayor del PAN, fue uno de los líderes del Estatal, que era seguido por muchos panistas y reconocido por su simpatía y capacidad de diálogo.
Con su lamentable muerte el sábado, deja varios huérfanos políticos que tendrán que buscar cobijo.
¡UNA AMBULANCIA!
Un verdadero calvario sufren quienes ven a algún familiar al borde de la muerte al interior de su domicilio. Por un ataque al corazón, una caída, un derrame o cualquier tipo de accidente. El calvario no es sólo por lo sucedido a su familiar, que de por sí no deja de ser una experiencia traumática, es también debido a que no hay ambulancias para trasladarlos a una clínica de salud pública o las que hay, llegan demasiado tarde.
Fue el viernes pasado cuando se solicitó la presencia de los Servicios Médicos Municipales de Guadalajara, primero vía telefónica; sin embargo, no se obtuvo respuesta, por lo que se solicitó el apoyo de “conocidos” para ver si se podía movilizar una unidad médica.
La atención era delicada: síntomas de un derrame cerebral grave. Tuvieron que pasar minutos, poco más de media hora, para que al fin llegara un paramédico en moto para atender y estabilizar al paciente, pero de la ambulancia, todavía “ni sus luces”. El paramédico relató que él tuvo que moverse de un accidente automovilístico ocurrido en Enrique Díaz de León.
Fue necesaria una camioneta para trasladar al paciente y por fortuna la atención que recibió en la unidad médica fue oportuna para evitar una tragedia.
Al platicar lo ocurrido, fue lamentable descubrir que lo sucedido no fue exclusivo de ese día, pues son varias las personas que han solicitado una ambulancia para emergencias y terminan trasladando por su propia cuenta a los pacientes o en el mejor de los casos, esperan demasiado para tener el servicio.
Resulta más que evidente la falta de ambulancias en una metrópoli como Guadalajara.
Esperamos que las autoridades correspondientes tomen cartas inmediatas en el asunto, pues son vidas las que están en juego.