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GUADALAJARA, Jal; 7 de agosto de 2024.- Desde el 2029, Jalisco a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, ha impulsado la puesta en marcha del sistema silvopastoril, a través del cual se tiene un mejor aprovechamiento del agua, se evita la deforestación con la inserción de plantas específicas para el consumo de los animales, se mejora la calidad de los suelos y se garantiza el bienestar del ganado, entre otros beneficios.
De acuerdo con un comunicado del gobierno estatal, es el municipio El Limón el que ha tenido un mayor impacto en esta política pública que consiste en entregar apoyos directos a proyectos y capacitaciones que junto con once municipios, donde las y los ganaderos reconocen hoy las ventajas de trabajar bajo un esquema que optimiza los rendimientos con una importante reducción en los costos de producción.
En un recorrido por el rancho Las Piletas, ubicado en esta comarca, Ana Lucía Camacho, titular de la Sader Jalisco, reconoció la importancia de esta práctica que cada vez toma más importancia entre las y los productores: “Estamos viendo un ejemplo de un sistema silvopastoril de producción sustentable, que es un ejemplo como alternativa para producir de manera distinta, disminuyendo un impacto que tenemos y disminuyendo también la huella de carbono”.
La funcionaria agregó que con la implementación de una dirección de sustentabilidad al inicio de la administración del gobernador Enrique Alfaro Ramírez, se ha trabajado en cerrar la pinza en esta materia y con una inversión de 56 millones de pesos se ha fomentado el uso de energías renovables y el aprovechamiento del agua de lluvia para actividades ganaderas sustentables, entre otras acciones.
“Después de varios años vemos grandes resultados. El primer año que sacamos los programas de energías renovables, de captación de agua de lluvia, casi le rogábamos a la gente que se inscribiera en esos programas; hoy es el programa que más recurso tiene y el que más solicitan ante los embates del cambio climático”, comentó Camacho.
Por su parte, Alejandro Michel, propietario del rancho Las Piletas, que en 2020 fue reconocido con el Premio Nacional al Mérito Forestal, otorgado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la Comisión Nacional Forestal, destacó que con la implementación de prácticas productivas sustentables hay un antes y un después en términos de productividad.
“Estamos en un sistema silvopastoril que manejamos el pastoreo; lo hacemos desde el año 2020, después de un apoyo que nos dio la Sader (Jalisco) para sistemas de captación, de almacenamiento de agua de lluvia, eso nos permitió acercar el agua al ganado y poder pastorear adecuadamente a las vacas. Hemos aumentado la cantidad de vientres y hemos disminuido mucho los costos de producción, porque no compramos tantos insumos, el mismo forraje que tenemos aquí en el suelo es el que nos provee de alimento a los animales, están bajo sombra cuidando el tema del bienestar animal”.
En ello coincidió Raúl Santana, productor del mismo municipio, quien fue apoyado para la construcción de un sistema de captación de agua pluvial: “Hace unos seis, siete años, me gastaba casi 40 mil pesos de gasolina para llevar agua y ahorita nomás vas y les abres a los flotadores (…), cuando estaba la gasolina barata, ahorita no me ajustarían 100 mil para llevar el agua. En las secas se acaban las camionetas, se acaban las llantas, se acaba todo, (hoy) nomás vamos y le abre uno”.
En lo que va de la administración, el impulso a la ganadería sustentable ha resultado en el apoyo a más de 350 proyectos productivos a través de los programas de Estados Bajos en Carbono y Acción del Campo para el Cambio Climático; a ello se suma la labor capacitación que llevan a cabo los técnicos extensionistas con productores de Ayutla, Tenamaxtlán, Cuautla, Tomatlán, Tecolotlán, Mascota, Mixtlán, Guachinango, Talpa de Allende, El Limón, Tuxcacuesco y Unión de Tula.
EL DATO
El Sistema de Ganadería Silvopastoril implica conciliar el aprovechamiento de la flora forrajera con la explotación ganadera, dando importancia a especies de pastos, arbustos y árboles, según condiciones de cada región.
Una de las ventajas de esta práctica productiva tiene que ver con el uso racional del agua, lo que incide también en la conservación de las cuencas y de los recursos naturales.