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GUADALAJARA, Jal., 25 de Agosto de 2016.- Ya nada quedó del operativo anunciado a principio de año por parte del Comisario de la Policía Preventiva de Guadalajara, Salvador Caro Cabrera, con el que se pretendía recuperar la zona del Santuario y erradicar la comercialización de medicamentos.
A siete meses de aquel pomposo inicio del proyecto, el objetivo quedó en el olvido, incluso la tan anunciada permanencia por parte de los uniformados, actualmente es nula, por lo que la venta de medicinas está sin control.
En un recorrido realizado por QUADRATÍN JALISCO se constató que la Policía tapatía no circula por la zona, ni sus patrullas y mucho menos pie a tierra, de esa manera decenas de jóvenes se han apropiado del Andador Pedro Loza desde Herrera y Cairo y hasta Francisco Zarco, así como de ese mismo tramo por Santa Mónica, sin que ninguna autoridad les haga algún llamado de atención.
Vecinos aseguraron que la permanencia policial sólo duró unas semanas y después poco a poco la vigilancia se fue reduciendo hasta que un día ya de plano ningún uniformado se apareció.
El pasado 8 de enero del presente año, Caro Cabrera desplegó casi 250 elementos de la corporación que encabeza, además de que autoridades como la Fuerza Única, Policía Federal y agentes de la Procuraduría General de la República, dieron su respaldo al operativo para acabar con la venta de medicamentos controlados. Ese día, el comisario anunció que en el barrio del Santuario se planeaba el reordenamiento y legalización de la zona, tal como había ocurrido con el Centro Histórico, Medrano, Obregón y la Plaza de los Mariachis, pero el objetivo se arrumbó y la lucha contra los vendedores se perdió, pues impunemente continúan operando en la vía pública sin ser molestados.
DESDE EL INICIO PINTABA MAL
Aquel día en que se sitió el área, solamente detuvieron a siete personas, además de que ningún establecimiento de venta de medicinas abrió, lo que causó extrañeza en el jefe policiaco.
«Estamos verdaderamente sorprendidos de que son ya casi las 11:00 de la mañana y no puede uno conseguir uno, en esta zona, ni siquiera una aspirina. Nos parece extraño y anómalo que a esta hora no haya abierto una sola farmacia, vamos a recoger elementos de aquí al día lunes, para poder solicitar a las instancias competentes que se pueda contra con las órdenes de cateo, para entrar a la siguiente etapa de depuración de la zona», mencionó entonces.
Para el 26 de enero la zona sólo estaba resguardada por 25 elementos de policía, así como ocho unidades que se mantendrían haciendo rondines para mantener el espacio libre de los vendedores que hoy nuevamente se han apropiado de las calles.