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GUADALAJARA, Jal., 04 de noviembre de 2018.-Investigadores de la Universidad de Guadalajara han detectado una bio diversidad inédita en las aves que se encuentran en los alrededores de la Laguna de Sayula, tanto las endémicas como las que son resultado de la migración, y eso es debido a que también existe una gran variedad de moluscos e insectos que son su alimento.
Parte de su dieta son gusanos, insectos, crustáceos, moluscos y caracoles, conocidos como macroinvertebrados que miden al menos un milímetro de longitud.
Estos seres vivos transforman la materia orgánica y son indicadores de contaminación en lagunas, esteros y otros humedales. Tales organismos representan, además, una de las causas de que exista variedad de aves residentes y migratorias en esta laguna del Sur de Jalisco.
Así lo explicó la investigadora del Laboratorio de Ciencias Ambientales, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Marcela Güitrón López, quien con su investigación detectó que una de las razones es que hay mucho alimento como peces, invertebrados y macroinvertebrados.
Explicó que Sayula depende del temporal de lluvia y los escurrimientos de las sierras del Tigre y Tapalpa, que la bordean. Tal condición genera que una parte del tiempo sólo tenga una capa de agua poco profunda y zonas fangosas, y durante el estiaje permanezca casi seca, con extensas playas de suelos salitrosos.
Gracias a esta variedad de ambientes en la Laguna de Sayula –clasificada como Sitio Ramsar, reconocido por su importancia internacional–, este lugar funge como un buen hábitat para numerosas especies acuáticas, comparado con otros lagos como el de Chapala.
Respecto a su alimentación, Güitrón López realizó dos monitoreos que arrojan que 90 por ciento de las aves de Sayula consume macroinvertebrados como parte de su dieta: de éstas, 50 por ciento los busca de manera preferente y 25 por ciento es su único alimento.
Dijo que la ubicación de aves varía según el nivel de encharcamiento. Las playeras prefieren zonas someras o sin vegetación y picotean para encontrar su alimento; en tanto que las zambullidoras, como los patos buceadores, prefieren aguas más profundas.
Otras especies como pelícanos, gaviotas y golondrinas marinas buscan su alimento al vuelo, lo detectan y se van en picada en aguas profundas.
La laguna es refugio de 73 especies de aves acuáticas, de las cuales 34 son residentes, como el pato mexicano, y 39 migratorias de invierno, como el costurero de agua dulce, ganso blanco, el pato americano, entre otros que viajan desde Alaska por la ruta del centro y llegan a esta laguna de octubre a marzo, así como de las costas de Jalisco, de acuerdo con información del CUCBA.