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GUADALAJARA, Jal., 31 de enero de 2023.- Más de seis décadas ha sido la casa de la pasión por el futbol en el estado. El estadio Jalisco cumple, este martes 31 de enero, 63 años de vida. Es un inmueble adulto, que cada vez sufre más por la falta de modernidad, pero que conserva un sabor y una atmósfera inigualable. En su cancha se han vivido capítulos inolvidables y en sus gradas de concreto ha quedado grabado para siempre el sentimiento de la afición.
La idea de construirlo tuvo origen en 1954. Los Clásicos Tapatíos entre Chivas y Atlas resultaban una auténtica locura. Era imposible recibir en el antiguo Parque Martínez Sandoval, también llamado Parque Oro, a todos los aficionados que deseaban estar presentes en esa clase de encuentros. Alberto Alvo, entonces dirigente de los Zorros, propuso edificar un nuevo inmueble.
Dos años después, con el apoyo de Chivas y El Oro, se constituyó Clubes Unidos de Jalisco A. C. institución que se encargó de levantar la nueva casa del futbol tapatío. Fue en 1957 cuando comenzaron las obras, que tuvieron un costo total de 18 millones de pesos en aquel momento. Tres mil aficionados aportaron dinero y recibieron un certificado de fundador, que les dio derecho a la propiedad de palcos, plateas y butacas a perpetuidad.
La primera vez que el estadio abrió sus puertas fue el domingo 24 de enero de 1960, para recibir la bendición del Cardenal José Gabiri Rivera. Pero fue el 31 de enero cuando finalmente las gradas del estadio Jalisco, que fue construido solamente con la planta baja, se llenaron para el partido inaugural entre Atlas y el club argentino San Lorenzo de Almagro, que se impuso por 2-0.
El primer futbolista en pisar el césped del Coloso de la Calzada Independencia fue Alfredo el Pistache Torres. El primer gol fue de Norberto Boggio. En aquel pentagonal también participaron Chivas, Oro y el São Paulo de Brasil. Fue así como se inauguró el monumental estadio Jalisco, que este martes 31 de enero cumple ya 63 años de vida.
Fue años más tarde cuando se decidió la ampliación del coloso, a raíz de que México fue designado para recibir la Copa del Mundo de 1970. Se agregaron los tres puestos de palcos que se conocen actualmente y la planta alta. La obra finalizó en 1969 y el estadio quedó con capacidad para 70 mil personas. No existían butacas, por eso hoy únicamente puede albergar a 55 mil aficionados.
HISTORIA PURA
El estadio Jalisco ha sido sede de acontecimientos históricos, que permanecen en la memoria hasta nuestros días. Actualmente, es casa del Atlas en Primera División y de Leones Negros, en la Liga de Expansión. Durante sus primeros 50 años de existencia, fue también la sede de Chivas. El Campeonísimo conquistó cinco títulos y cinco de ellos los aseguró jugando en el Coloso de la Calzada Independencia.
Además, el estadio fue sede de algunos encuentros en los Juegos Olímpicos de México 1968, incluyendo la semifinal que el Tricolor perdió por 3-2 ante Bulgaria, para decepción de los aficionados locales. Dos años después, fue la casa del Grupo 3 de la Copa del Mundo. Brasil ganó cinco partidos ahí y solamente salió de ese césped para coronarse en la final que se disputó en el Azteca.
Otro evento sumamente recordado es la misa del Papa Juan Pablo II en el estadio Jalisco, el 30 de enero de 1979. También fue sede de partidos en la Copa del Mundo Juvenil de 1983 y de nuevo la Copa del Mundo de 1986. En ambas ocasiones recibió de nuevo a Brasil, luego del cariño que había nacido en 1970.
En 1987 vio coronarse a las Chivas, al vencer a Cruz Azul en la gran final. Y 10 años después, fue sede de otro título del Guadalajara, el último que vería ese inmueble, al vencer a Toros Neza. En 1999 recibió otro torneo internacional: la Copa FIFA Confederaciones, donde vio el nacimiento de Ronaldinho como estrella de Brasil.
Finalmente, el estadio Jalisco también fue el escenario donde se dio otro hecho histórico. En diciembre de 2021, el Atlas derrotó en penales a León y se proclamó campeón de Liga en el máximo circuito por primera vez en 70 años. Los Zorros nunca se habían coronado teniendo al Coloso de la Calzada Independencia como su casa. Aquella noche, las gradas y la ciudad fueron una locura.