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GUADALAJARA, Jal., 22 octubre de 2024.- Trece minutos de absoluto desenfreno. Trece minutos de futbol contundente. Por momentos, hasta brillante. Trece minutos para marcar tres goles. Trece minutos de locura total, al arranque del segundo tiempo, han sido suficientes para que Chivas lograra un emocionante triunfo por 3-2 sobre Necaxa, la noche de este martes. Segunda victoria desde que se fue Fernando Gago. Paso perfecto con Arturo Ortega en la banca: seis puntos de seis posibles.
El partido se puso cuesta arriba muy pronto para el Rebaño Sagrado. José Antonio Paradela cobró un tiro de esquina por el costado izquierdo. El centro fue cerrado y Agustín Palavecino alcanzó a peinar. Raúl Rangel tapó sobre la línea, pero la redonda quedó suelta en el área chica. Tomás Badaloni remató. Rubén González barrió, pero no evitó que terminara en las redes el 10 visitante.
Apenas al minuto 4, el Guadalajara ya estaba contra las cuerdas. Pero esa no fue la única noticia en el arranque del encuentro para el conjunto rojiblanco. Al ‘8, perdió a su hombre más peligroso: Roberto Alvarado salió de cambio por lesión. Dejó su lugar a Víctor el Pocho Guzmán, quien no ha podido levantar su nivel en los últimos dos torneos.
El panorama era cada vez más oscuro para los dirigidos por Arturo Ortega, quien llegó para tomar de forma interina el puesto que abandonó Fernando Gago. Guadalajara estaba obligado a reaccionar, pero le costaba generar opciones claras. Al ‘18, Ricardo Marín controló en la orilla del área y ase acomodó para soltar un zurdazo raso que pasó muy cerca del arco.
Más tarde, Víctor Guzmán se paró frente al banderín para patear un tiro de esquina por la derecha. El centro fue con ventaja para los ofensores. Jesús Gilberto Orozco Chiquete se elevó y conectó un sólido cabezazo que pasó a centímetros del travesaño. El grito de gol se ahogó en la tribuna, al ‘31. Chivas no encontraba la fórmula para igualar el marcador.
Pero en el arranque de complemento, el Guadalajara mostró su mejor cara. Olvidó la línea de cinco y regresó a cuatro en el fondo. Hizo dos cambios ofensivos. Entonces, todo le salió bien. Fueron 13 desenfrenados minutos volcado sobre el arco rival, suficientes para caer daño. Una. Dos. Tres veces. Implacable. Momentos de futbol a tope, en los que el conjunto rojiblanco le pasó por encima al rival.
Todo comenzó en pies de Mateo Chávez. El joven lateral izquierdo llegó a zona de peligro y detectó perfecto el movimiento del compañero. Tocó profundo. Cade Cowell apareció para chocar la pelota, lo suficiente para ponerla en el poste más lejano. La redonda pegó en el metal antes de cruzar la línea de gol. Al ‘49, el marcador ya estaba 1-1.
Las Chivas de Arturo Ortega parecían en esos momentos una aplanadora. Necaxa no metía ni las manos. Entonces, apareció la magia. Yael Padilla entró al campo totalmente revolucionado. Fue él quien lanzó el centro desde la izquierda. Ricardo Marín midió el bote. Sacó un recurso de gran futbolista: taconazo sublime que terminó en las redes. Explotó la tribuna. Golazo que provocó una ovación de los presentes. El 2-1 llegó al ‘55.
Y no fue todo. Guadalajara seguía con la adrenalina a tope. Los Rayos no sabían cómo volver a meterse en el encuentro al minuto 58, otra vez Yael Padilla, pero esta vez desde el costado derecho. Levantó un centro pasado a segundo poste. Víctor Guzmán midió el viaje del esférico. Conectó de volea. El remate pegó en el césped con tal fortuna que se elevó para techar al arquero. Entró en el ángulo más lejano. El 3-1 del Rebaño Sagrado.
Trece minutos de locura. Trece minutos en modo aplanadora. Todavía al ‘61 pudo extender su ventaja, cuando Cade Cowell quedó sol dentro del área frente al guardameta. Pero su disparo de pierna derecha increíblemente fue demasiado cruzado y se fue por un costado. Perdonó… eso en el futbol suele ser un pecado costoso.
Los Rayos lograron estabilizarse. Calmaron el vendaval. Hicieron modificaciones en busca de meterse nuevamente en el partido. Y encontraron su oportunidad. Mateo Chávez se barrió en el intento de cortar un pase profundo. Le salió “pase” para el rival. Ricardo Monreal arrancó solo. Encaró a Raúl Rangel. Con tranquilidad definió para el 3-2, al ‘78.
El gol dio vida a los visitantes, que se volcaron al frente. Ahora eran los rojiblancos quienes defendían como podían. Cerraron el encuentro con angustia, pero lograron llevarse el triunfo, segundo con Arturo Ortega como técnico. Desde que se fue Fernando Gago, Chivas suma dos victorias y con 21 puntos, es séptimo de la tabla. Necaxa se quedó con 13 unidades en el lugar 11.