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Jalisco será la entidad clave en el proyecto Kutsári
GUADALAJARA, Jal., 26 de diciembre de 2020.- Con movilizaciones y protestas de pobladores del ejido de Santa Cruz de la Soledad, integrantes de la Comunidad Indígena de San Antonio Tlayacapan, vecinos de Chapala y deportistas de ese municipio, que integran unas 20 organizaciones civiles, pretenden parar el «boom» inmobiliario y la especulación que varios constructores hacen de sus tierras.
Denuncian que existen al menos una decena de nuevos fraccionamientos o torres de departamentos ya autorizados o a punto de obtener los permiso de construcción, para afectar los cerros de Chapala y violentando los derechos de comuneros y ejidatarios sobre tierras que han poseído desde hace más de un siglo.
Los inconformes se quejan por la invasión y despojo de tierras comunales o en disputa con los constructores. Dicen que han obtenido hectáreas en forma irregular o en forma fraudulenta.
El caso de Colinas del Lago, en San Antonio Tayacapan es solo un caso, pero hay otros nueve que a pesar de la inconformidad de los lugareños, ya tienen todos los permisos por parte de la autoridad municipal.
Tanto así que la Inmobiliaria Santa Cruz de la Soledad ya se apropió desde hace meses de caminos, veredas o brechas que antes estaban abiertas para todos los comuneros, paseantes o personas que hacían ejercicio al aire libre, según sus testimonios.
Ahí se incluye también a Colinas de Monte Bello, donde hay predios cuyo costo por metro cuadrado es de 3 mil 500 pesos, aunque particulares, a sabiendas de la gran presencia de extranjeros, ofertan lotes en la parte alta de uno de los cerros, a 200 o 250 dólares cada metro cuadrado.
Aseguran que los constructores ahora buscan los permisos y las licencias necesarias por parte del cabildo de Chapala para poder iniciar la construcción.
La semana anterior, justo cuando el cabildo se preparaba para la aprobación de varios de esos proyectos en el Cerro de Lourdes, optaron por retirar de la orden del día, la autorización para construir dos torres de departamentos y aprobar la habitabilidad para un nuevo fraccionamiento.
El retiro de esas propuestas del orden del día tuvo su origen en la inconformidad de los comuneros y al desacuerdo registrado entre varios de los regidores para sacar adelante esa iniciativa.
Los pobladores de la comunidad indígena de San Antonio Tlayacapan, aseguran que la invasión a las tierras comunales, propiedad de ese núcleo agrario, se desató desde hace aproximadamente 10 años.