PUERTO VALLARTA, Jal., 13 de julio de 2020.- La pandemia de coronavirus ha afectado a diversos sectores de la sociedad y también a organizaciones de preservación de la fauna, tal es el caso del cocodrilario El Cora, ubicado en el municipio de Bahía de Banderas, Nayarit.

Este santuario que opera desde hace 20 años, primero como restaurante y posteriormente como una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), se encuentra actualmente a cargo del biólogo César Alejandro Lucano, quien explica la difícil situación por la cual se han visto en los últimos 3 meses.

Y es que al ser un proyecto meramente civil, este cocodrilario vive de los donativos y aportaciones por parte de las personas que acuden a visitarlo.

Al tener que cerrar sus puertas hace tres meses, debido a la pandemia del Covid 19, dejaron de obtener recursos por este concepto, lo que los obligó a tener que realizar rifas para poder hacerse te dinero y seguir manteniendo este lugar.

Fue por el mes de abril, cuando fue cerrado al público, Lucano y sus compañeros, lanzaron la convocatoria para poder recibir apoyos económicos, que por fortuna tuvieron respuesta, dando y la pauta a seguir operando, “con muchos limitantes pero seguimos”, expresa el biólogo de profesión.

A partir del lunes pasado, y luego de 3 meses, el cocodrilario El Cora, ubicado en Bahía de Banderas, reabrió sus puertas, sin embargo, los recursos aún son limitados y aunque los visitantes han comenzado a regresar, el dinero que ingresa es poco.

De acuerdo a César Alejandro, se espera que la situación económica mejore ante la llegada de la temporada alta de fin de año, pues durante las presentes vacaciones de verano, estás prácticamente las da por perdidas.

“Así como muchos nos la hemos pasado mal, tuvimos un par de donativos y tuvimos que hacer rifas para poder tener algo de ingresos y poder alimentar y cuidar a los animales”, detalló.

Y es que de 100 visitas promedio que tenían semanalmente, en la actualidad apenas llegan a 5, lo que complica la situación y por lo cual tuvieron que prescindir de los servicios de la totalidad de sus colaboradores, al grado de quedarse solamente él y un compañero más al frente del cocodrilario, señala César Alejandro.

Es de destacar que en la región existen dos cocodrilarios más, uno de ellos en el estero El Salado, cuyo financiamiento corre a cargo del gobierno del estado y el otro el ubicado en el Centro Universitario de la Costa, de la Universidad de Guadalajara, cuyo subsidio corre a cargo de la máxima casa de estudios en la entidad.

Para más información y programar citas o realizar algún donativo, puedes acceder a la página de Facebook del cocodrilario El Cora.

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