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GUADALAJARA, Jal., 28 de septiembre de 2024.- Chivas tenía el partido controlado. La ventaja en el marcador. El ritmo de juego que le convenía. Todo estaba a su favor. Se encontraba muy cerca de imponer una nueva marca de partidos consecutivos sin recibir gol como local. Pero al ‘88, se equivocó precisamente el arquero. Un error de Raúl el Tala Rangel dejó al Rebaño Sagrado con las ganas de triunfo. Al final, 1-1 frente a Monterrey.
Para el encuentro de este sábado, el Guadalajara volvió a la línea de cuatro defensores, un esquema que domina y que había cambiado a cinco en el fondo contra Cruz Azul (0-1). Carlos Cisneros recuperó su lugar en el 11 inicial. Rayados salió con todo su arsenal de elementos importados de Europa: Oliver Torres, Sergio Canales y Lucas Ocampos.
El Rebaño Sagrado apostaba a la fortaleza que ha mostrado como local desde hace algunos meses. Al minuto 6, Fernando Beltrán tomó la redonda por el costado derecho. Levantó un centro al corazón del área. Armando González apareció sin marca. Conectó de cabeza, pero su remate salió desviado del arco visitante, al minuto 6.
Muy poco tiempo después, apareció la polémica en el Estadio Akron. Rayados cobró un tiro de esquina desde el costado izquierdo. Fidel Ambriz conectó de cabeza. Raúl Rangel tapó en el fondo y estiró la mano para alcanzar el balón. Lucas Ocampos empujó la redonda al fondo. Los visitantes celebraban. Los locales protestaban airadamente con el árbitro.
Se reclamaba una falta, pues los rojiblancos consideraban que Tala tenía control del esférico cuando el argentino lo punteó para anotar. La gente del VAR hizo la revisión en cabina. Mandaron llamar al árbitro para que viera las repeticiones. Tras ver las imágenes el silbante confirmó, al ‘12, que el arquero tenía controlado el balón con una mano.
El Guadalajara planteó un partido valiente, así que fue al frente en busca de hacer daño. Al ‘13, Carlos Cisneros lanzó un estupendo servicio desde la izquierda. Armando González entró barriéndose para rematar. Esteban Andrada achicó veloz y con una mano desvió el disparo a tiro de esquina. La Hormiga quedó lastimado tras ese esfuerzo. No pudo más y pidió su cambio.
Entró en su lugar Ricardo Marín. Oportunidad de oro para el atacante que se ha convertido ya en la tercera opción en ese puesto para el técnico Fernando Gago. Respondió pronto. Roberto Alvarado levantó la mirada desde la derecha. De tres dedos, mandó un gran servicio con el botín izquierdo. Tremendo pase del Piojo, que dejó solo al compañero.
Ricardo Marín controló dentro del área. Ante la salida de Esteban Andrada, definió con un disparo cruzado. El balón terminó en las redes. Explotó la afición en las gradas del estadio rojiblanco. El recién ingresado abrió el marcador, al minuto 27. Guadalajara se ponía en ventaja frente a una de las nóminas más potentes de la Liga MX, aunque no logra funcionar como se espera en la cancha.
En la segunda parte, Monterrey partía con la obligación. El técnico Martín Demichelis movió su cuadro. Hizo modificaciones en busca de una reacción, pero no le resultaba para nada cómodo el encuentro. Roberto Alvarado tocó hacia atrás. Erick Gutiérrez le pegó descompuesto. Se escapó la oportunidad, al ‘51.
El Piojo es el alma de este conjunto rojiblanco. Fue él quien tras una estupenda acción, probó de larga distancia con un zurdazo potente que se fue por encima del travesaño, al ‘67. Más tarde, Isaac Brizuela hizo la individual por izquierda y lanzó un centro que encontró solo a Omar Govea, pero su cabezazo, carente de fuerza y colocación, terminó en las manos del guardameta, al ‘75.
Se esperaba una reacción mucho más brava de los visitantes. Pero el tiempo se escapaba sin que pudiera generar peligro. Rayados revivió gracias a un grave error. El trazo fue largo, con dirección al arco rojiblanco. Raúl Rangel salió a los límites del área en busca de corta. Falló. Le ganó Jesús Manuel Corona, quien se acomodó para empujar al fondo de un arco desprotegido. El 1-1 al ‘88.
El festejo del visitante fue eufórico. Un desahogo de presión. Johan Rojas se encaró con la afición en la tribuna. Les enseñaba el escudo. Estaba fuera de sí, mientras festejaba junto al Tecatito. Luego, volteó hacia Raúl Rangel. Se hicieron de palabras. Corrieron a enfrentarse. Un pechazo. Gritos. Al final, amarilla para los dos.
Un gol doloroso para el portero del Rebaño Sagrado, que buscaba llegar en este encuentro a ocho consecutivos como local sin recibir anotación, lo que habría significado un récord de todos los tiempos para el cuadro rojiblanco. La posibilidad se esfumó por un error suyo. Cosas del futbol, en una de las posiciones más complicadas que existen.
Todavía Chivas tuvo posibilidad de llevarse la victoria, pero en el tiempo agregado, Mateo Chávez soltó un zurdazo dentro del área que se estrelló en el travesaño. No se movió más el marcador. Empate que deja al Guadalajara en la séptima posición de la tabla con 15 puntos. Monterrey, por su parte, llegó a 21 unidades, en la cuarta posición.