GUADALAJARA, Jal., 21 de octubre de 2020.- Un día como hoy la actriz Carrie Frances Fisher, mejor conocida en el mundo del cine como la Princesa Leia, estaría cumpliendo su aniversario 64 de nacimiento (1956). 

Hija del actor Debbie Reynolds y la cantante Eddie Fisher, Carrie comenzó su carrera artística durante la adolescencia y se convirtió en una de las favoritas  de la industria del cine por más de cuatro décadas antes de fallecer en diciembre de 2016.

Apareció en algunas producciones con su madre antes de comenzar su primer trabajo de cine; interpretó a una joven que seduce a Warren Beatty, en la película Shampoo (1975), de Hal Ashby.

Dos años después, 1977, surgió el papel por el que sería ampliamente reconocida, la Princesa Leia Organa, en Star Wars, una interpretación que repitió en las secuelas: El Imperio contraataca (1980), El retorno del Jedi (1983) y, 32 años más tarde, en El Despertar de la Fuerza (2015), Los Últimos Jedi (2017) y la última de la saga El ascenso de Skywalker (2019), estas dos últimas estrenadas póstumamente con escenas inéditas de la actriz. 

En el intermedio de esas actuaciones, en 1980 apareció en The Blues Brothers.

Tras padecer un trastorno bipolar, para el que a veces incluso tuvo que recurrir a terapia electro convulsiva, empezó a auto medicarse, lo que se transformó en una dependencia de las drogas y el alcohol que el resto de su vida trató de combatir, viviendo un breve matrimonio con el cantante Paul Simon.

Tras divorciarse, convivió con el agente artístico Bryan Lourd, de quien tuvo una hija, la también actriz Billie Lourd, pero se separaron amistosamente cuando Lourd descubrió que su orientación sexual era la opuesta.

En septiembre de 2009 publicó una biografía llamada Wishful Drinking, donde narra sus experiencias en clave de humor, riéndose de su tendencia al alcoholismo y sus fracasos sentimentales.

Carrie falleció debido a un paro cardíaco a la edad de 60 años y se convirtió en una leyenda gracias a su trabajo como la Pricesa Leia.