Leonel García pone en el reflector a Spotlight
GUADALAJARA, Jal., 9 de noviembre de 2024.-Con banda, orquesta, rock y hasta metal, Café Tacvba festejó en el Auditorio Telmex, en Guadalajara, su 35 aniversario de estar “casados”.
Con un performance de música instrumental que son La 10 y La 9, acompañados de bailarines de tap, Ruben Albarrán, Emmanuel del Real, Joselo y Enrique Rangel, arrancaron su show en punto de las 21:10 horas en un recinto que lució lleno.
El momento romántico continuó con María, y Las Batallas, donde el público comenzó a cantar, pero sin levantarse de sus asientos.
Pero eso no duró mucho tiempo, porque con Rarotonga pronto todos se pusieron de pie para empezar a bailar y así comenzar la fiesta.
“Muchachas, muchachos. Buenas noches. ¿Cómo están todos ustedes? Qué alegría compartir esta noche, esta celebración, 35 años de rock and rol. Son muchos sentimientos que carga uno, pero que bonito venir a sacarlos con ustedes. Deseamos que esta noche canten, bailen y echen mucho desmadre. Muchachos los extrañábamos”, dijo Rubén Albarrán para dar paso a Cómo te extraño, donde la gente estalló de júbilo y cantaron a todo pulmón.
El Metro fue la siguiente canción con la que Rubén salió con un cambio de look; dejó el pantalón negro y el saco beige por un traje rojo.
“Yo quisiera pedirle un aplauso para las rodillas de mis compañeros, porque hicieron un gran esfuerzo en la canción pasada para hacer esos movimientos tan intrépidos a nuestra edad”, dijo Rubén para que todos soltaran la carcajada.
El Ciclón, 53100 y Esta vez, bajaron un poco la intensidad, pero de pronto el “Oe, oe, oe, oe, Café, Café”, retumbó en el recinto para que sonara El Aparato.
La primera sorpresa de la noche fue cuando una banda sinaloense apareció en el escenario para mezclar su ritmo con Café Tacvba en La muerta chiquita, Olita y Futuro, donde una vez más Albarrán hizo cambio de look con una playera y bermudas negras. Utilizó también un tipo poncho y un chullo.
Hizo otro cambio con un sombrero artesanal y un reboso negro con blanco para El Aparato.
“Hace unos años hicimos un Unplugged con una orquesta, pero vino la pandemia y no pudimos tocarlo. Ahora lo estamos haciendo”, y un organillero apareció para iniciar la canción de Mediodía.
Las sorpresas en el escenario no pararon, porque hizo acto de presencia la orquesta para interpretar El Espacio y La Locomotora.
“¿Quién de que tiene 35 años de casados? ¿Nadie? ¿30,31? Bueno, nosotros tenemos 35 años de casados. Quiero agradecerle a mis compañeros por estos 35 años, somos una bandota. Ahuevo”, exclamó Rubén para seguir con Volver a comenzar, todavía con la orquesta.
Los Pájaros fueron el preámbulo para que pareciera una de las más esperadas de la noche. “Todos ustedes son unas flores”, y sonó en efecto, Las flores. Pero para cantar a todo pulmón sonó Chilanga Banda.
Lo norteño puso a todos a bailar con El fin de la infancia, donde unos fans les pasaron unas tejanas naranjas y rosas neón. “Gracias muchachos por prestarnos sus sombreros”, dijo Rubén al finalizar su interpretación.
“No sabemos cuándo se nos va a caer el 20… y como dicen: el muerto al ‘hoyo’ y el vivo al pozo”, para dar paso a Déjate caer, con la que varios aprovecharon para tomar un descanso en sus asientos, pero no contaban con que los Tacvbos iban a sacar sus mejores pasos con una coreografía que hizo que todos se pusieron de nuevo de pie a aplaudirles y gritarles.
Chica banda y El puñal fueron las dos canciones que cerraron el primer encore donde se cumplían las dos horas de un show que estaba resultando memorable.
Aunque la hicieron de emoción al tardarse en salir, aparecieron con No controles, canción que hiciera famosa Flans, pero ellos le pusieron su sello muy rockero. Una vez más Rubén hizo cambio de atuendo, para ahora aparecer con una camisa y pantalón negro.
Qué pasará, La pinta y Pinche, Juan y Borrego, sonaron muy al estilo metalero.
Los acordes de Ingrata se escucharon para que todos los presentes comenzaran a cantar a capela: “se equivocaron muchachos”, dijo Rubén para que todos se rieran.
“¿Quieren que la cantemos?”, preguntó y al grito de sí, se aventó un discurso donde hizo un llamado a la no violencia y a respetarse unos a otros, para posteriormente interpretarla.
Hicieron de nuevo una pausa. Volvieron para cerrar la noche con cuatro canciones más. Encantamiento inútil, Eres, la que hizo que de nuevo todos cantaran a todo pulmón.
Y Con Quiero ver y el Baile y el salón fueron las elegidas para cerrar el festejo de sus 35 años en tierras tapatías con un show de casi tres horas de duración.