Arde el fuego olímpico en el Maracaná

GUADALAJARA, Jal., 5 de agosto de 2016.- Los cuatro años de espera se convirtieron en segundos. De repente, una vista aérea nos llevó a conocer los más recónditos lugares de la nación anfitriona, para aterrizar en el Estadio Jornalista Mario Filho.

Las tan cuestionadas autoridades aparecieron, encabezadas por Thomas Bach, presidente del COI, para dar paso a una melodiosa interpretación del himno brasileño por parte de Paulino de Viola, luego, el mar invadió la cancha sagrada del inmueble. Esto dio pie a el origen de la vida en el país amazónico, comenzando desde organismos microscópicos, pasando por las etnias e inmigrantes que forjaron la nación sudamericana, dando pie a la civilización actual, mientras Chico Buarque amenizaba con los acordes de su música. Maracaná se convirtió en una pista de aterrizaje, donde apareció Alberto Santos Dumont, quien con su avión 14-bis, sobrevoló la ciudad de Río de Janeiro.

Luego, Gisselle bündchen apareció y atravesó el escenario mientras La Chica de Ipanema la acompañaba durante el trayecto, para dar paso a una batalla de ritmos más modernos en la favela montada como parte de la escenografía. Una fiesta multicolor estalló cuando País Tropical fue interpretada y bailada por los 1500 artistas y asistentes en las gradas.

La fiesta desapareció. La oportunidad para enviar un mensaje de consciencia no fue desaprovechada, las consecuencias del cambio climático fueron mostradas ante un silencio sepulcral en el graderío. El aviso fue claro, la reforestación es parte vital para la restauración del planeta, por ello, en Brasil se creará el Bosque de los Atletas.

Luego de 53 minutos, la cuna del movimiento olímpico, Grecia se encargó de ser a primera delegación de deportistas en aparecer. Por orden alfabético, los 206 países que competirán desfilaron. Detrás del grupo de Mauritania, apareció Daniela Campuzano encabezando al grupo de representantes de México, quienes fueron recibidos de manera calurosa por los presentes.

El representativo local, fue el encargado de cerrar el desfile de los atletas, para dar nuevamente paso al mensaje verde, con los aros olímpicos formados por un grupo de plantas.

Luego de los discursos de las autoridades deportivas, Carlos Nuzman y Tomas Bach, el presidente interino de Brasil. Michel Temer, dio por inaugurados los juegos, para proceder con el izamiento de la bandera olímpica.

La llama llegó al Maracaná portada por Gustavo Kuerten, quien cedió la antorcha para Hortencia Marcari, quien a su vez llegó a su última escala con Vanderlei Cordeiro Lima, quien se encargó de encender el fuego olímpico.