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GUADALAJARA, Jal., 31 de julio de 2025- Una alimentación saludable en las escuelas no puede depender únicamente de prohibiciones o lineamientos oficiales. Su éxito exige la participación activa de autoridades, docentes, familias y comunidades escolares, coincidieron especialistas en salud, nutrición y educación durante el panel Diálogo por la alimentación escolar, realizado en Guadalajara.
El encuentro fue organizado por Mexicanos Primero Jalisco y el Clúster Médico de Jalisco, en el marco de la implementación de la Estrategia Nacional Vive Saludable, Vive Feliz, que contempla, entre otras acciones, la prohibición de comida chatarra en los planteles.
Martha Pereira Moncayo, coordinadora de Investigación en Mexicanos Primero Jalisco, advirtió que salud y educación son derechos humanos que deben garantizarse en conjunto.
“Buscamos tender puentes de comunicación entre estudiantes, docentes, familias y especialistas, para construir propuestas que mejoren la toma de decisiones y contribuyan al bienestar integral de niñas, niños y jóvenes en nuestro estado”, afirmó.
El director de Salud Pública de la Secretaría de Salud Jalisco, Roberto Carlos Rivera Ávila señaló que las infancias desconocen los efectos negativos de los alimentos ultra procesados, como la hipertensión o la gastritis a edades tempranas. “Una sola papa quizá no sería tan dañina como comerse una bolsa entera sin saber qué contiene. Falta información y pedagogía”, advirtió.
Desde la Secretaría de Educación Jalisco, Renata De la Torre Ley, responsable de la Estrategia Nacional de Vida Saludable en el estado, destacó que la diversidad de condiciones en los planteles obliga a adaptar las políticas.
“Hay escuelas con recursos y personal, y otras con un solo maestro multigrado. Todas deben acceder a una vida saludable”.
Anabel Fiorella Espinosa de Candido, oficial de Nutrición en UNICEF México, llamó a revisar la Ley General de Alimentación Adecuada y Sostenible —publicada en abril pasado— y atender entornos escolares donde sigue habiendo venta informal de comida chatarra, un fenómeno que no ha sido regulado por las autoridades municipales. “Hace falta que las comunidades se empoderen y participen en las soluciones locales”, dijo.
Para Claudia Daniela Jiménez Hernández, del Organismo de Nutrición Infantil (ONI), el cambio debe pensarse a futuro, incidiendo desde ahora en las generaciones que cursan la educación básica. En tanto, Laura Arellano Gómez, académica del ITESO, sugirió mostrar a niñas y niños, de forma didáctica, los alimentos tradicionales y nutritivos que antes predominaban en la dieta.
Contexto: obesidad infantil en México
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), en México hay 5.7 millones de niñas y niños de cinco a 11 años con obesidad, así como 10.4 millones de adolescentes entre 12 y 19 años en la misma condición. Además, el 67.6 por ciento de los escolares de 10 a 14 años no realiza los 60 minutos diarios de actividad física recomendada, lo que agrava la crisis de salud pública