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GUADALAJARA, Jal., 22 de mayo de 2023.- El Departamento de Geografía y Ordenamiento Territorial del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), advierte sobre las condiciones de riesgo que se observan con la llegada del temporal de lluvias en la Zona Metropolitana Guadalajara (ZMG).
Hay 31 nuevos puntos susceptibles de inundación en este año y en los últimos cuatro, aumentaron con 200 más. Los académicos de la Universidad de Guadalajara estiman que para 2023, en total serían 570 lugares del tejido urbano en condición de riesgo y peligro frente el inicio del temporal de lluvias.
Advierten sobre los problemas de inundación y riesgo en áreas como Santa Anita, El Garabato, Santa Ana Tepetitlán, en Zapopan. En tanto que también se observan problemas en lugares de las avenidas Guadalupe, Manuel J. Clouthier, Ciudad Granja y en algunas partes un poco distantes del centro de Guadalajara como Rancho Contento, Technology Park, Venta del Astillero y El Campestre.
Además de colonias como Los Molinos, Los Tréboles, residencial Tesistán, La Vinatera, El Capistrano, Santa Lucía y Bosque de los Encinos, en el extremo norponiente de Zapopan.
El investigador Luis Valdivia Ornelas considera que la combinación de factores como tormentas prolongadas, fuertes corridas de agua, aunado a el bloqueo de lugares antes reconocidos como zonas de recarga de los mantos freáticos y el bloque de áreas para la filtración de agua al subsuelo, lo mismo que la impermeabilización del suelo, junto a ampliación de calles y el desarrollo de todo tipo de proyectos urbanos, son factores que combinados se convierten en un serio peligro para la sociedad:
“No sólo (hay) más zonas de riesgo para la población, sino alta peligrosidad, debido a que bajan mayores volúmenes de agua de lluvia con más fuerza porque el líquido no encuentra espacios naturales por donde circular o quedarse”.
Apenas en mayo de 2022, el mismo investigador hablaba de más de 500 zonas de riesgo en la ciudad, lo que da una clara idea de las formas en que se ha incrementado las áreas de riesgo y peligro y que a decir de Valdivia Ornelas afirma la concentración de áreas críticas están en zona centro y parte poniente del llamado Valle de Atemajac, que abarca gran parte de la zona metropolitana.
Pero las condiciones de riesgo también están presentes en el territorio del Valle de Toluquilla y aun en lo que corresponde a Tesistán (en Zapopan) en el sur-poniente de esa demarcación. Aclara que el proceso de urbanización avanza a grandes pasos y que a ello se agrega la proliferación de todo tipo de edificaciones en los cerros que rodean la mancha urbana, sin tomar en consideración las afectaciones que ellos provoca.
Hace un año, el propio investigador advertía también que, para mayo de 2022, habían aparecido en la Zona Metropolitana 200 nuevas áreas susceptibles de inundación, en menos de 4 años y llamaba a la sociedad a ubicar y conocer de esa situación.
Como ejemplo, expone lo ocurrido en la avenida Juan Palomar y Arias, en Zapopan. A esa vialidad le cortaron de tajo las líneas de escurrimientos provenientes de El Bajío y San Juan de Ocotán que da origen al Río Atemajac y es ahora cuando se ven las consecuencias, con nuevas inundaciones.
Los académicos de la Universidad de Guadalajara destacan la importancia de que la población conozca las zonas de riesgo para evitar perdidas de vida por el arrastre de las corrientes y anunciaron la creación del primer mapa digital que ofrece la información de los lugares de riesgo.
El año pasado en el temporal de lluvias se registraron 214 inundaciones en el periodo de junio a octubre, según recordó Édgar Leonel Gutiérrez, uno de los alumnos de la maestría en Desarrollo Local y Territorio.
Dice que uno de los momentos de mayor preocupación fue la inundación registrada sobre la avenida carretera a Tesistán o Juan Pablo II, en Zapopan, bajo la zona de la estación Belenes de la Línea 3 del Tren Ligero, en una tormenta que desquicio por varias horas todo ese punto y que también afectó a la estación Arcos de Zapopan.
Por todo ello, los especialistas coinciden en que es urgente establecer políticas públicas de atención prioritaria para atender este nuevo escenario de riesgo.