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GUADALAJARA, Jal., 22 de abril de 2022.- Este viernes se cumplen 30 años de una de las más dolorosas tragedias que ha vivido Guadalajara las explosiones ocurridas el 22 de abril en el tradicional Barrio de Analco que dejó en cifras oficiales 212 muertos, 69 personas desaparecidas y mil 470 lesionados, aunque quienes estuvieron allí sostienen que fueron muchos más.
Han sido tres décadas sin justicia para las víctimas de este desastre provocado por fugas de hidrocarburos de instalaciones de Petróleos Mexicanos que provocaron nueve explosiones a lo largo de 20 kilómetros en el sector Reforma de la capital tapatía.
Durante estos años, discursos han ido y venido, muchas más promesas, iniciativas, reclamos, compromisos de campaña de todos los colores, no falta el oportunista que va en los aniversarios a tomarse la foto para salir en las redes sociales, pero los verdaderos culpables siguen impunes y quienes perdieron un ser querido, su salud, su patrimonio y su calma cada vez ven más lejos que alguien responda por lo que ocurrió.
La presidente de la Asociación 22 de abril en Guadalajara, Lilia Ruiz Chávez explicó que después de 30 años van de mal en peor, de recibir migajas de los Gobiernos Estatales y municipales, a que de plano les retiren lo más indispensable, la atención médica a los sobrevivientes.
“Desde que llegó esta administración dejamos de recibir todo lo que ha sido aparatos ortopédicos, prótesis, estudios clínicos y están detenidos muchísimos casos por la falta de los estudios”.
UNA GRAN CICATRIZ
Guadalajara no volvió a ser la misma después de las explosiones del 22 de abril de 1992, algunos funcionarios locales perdieron su puesto y hasta su libertad por un tiempo, se pintaron murales, se levantaron monumentos como la Estela contra el Olvido, pero los nombres de los fallecidos en las paredes del tradicional barrio cada vez están menos visibles y las nuevas generaciones, aquellas que no habían nacido, pues no saben, no recuerdan, no les duele.
Integrantes de la Asociación 22 de abril en Guadalajara dijeron no estar de acuerdo con la atención médica que supuestamente reciben en el Hospital de Zoquipan, porque rara vez encuentran sus medicamentos.
“Un remedo de farmacia que pusieron dentro del hospital, es un proveedor foráneo y sólo se les prestó ahí un lugar, pero la farmacia cuenta con muy limitados medicamentos, si vamos con un problema imprevisto no nos dan el medicamento porque no lo tienen”, explicó una de las afectadas.
Desde hace décadas la solicitud de las víctimas ha sido una indemnización justa, la recuperación de su patrimonio y atención médica integral, sin embargo sigue siendo una asignatura pendiente.
“Sobre todo el cumplimiento de los nueve puntos del pliego petitorio que le entregamos al actual gobernador y que nos dijo el 22 de abril de 2019 cuando se comprometió que en el aniversario no había nadie clamando justicia, cosa que a tres años no ha sucedido”, indicó Lilia Ruiz
CONMEMORACIÓN
Este viernes, cuando se conmemoren 30 años de la tragedia seguramente el gobierno municipal de Guadalajara dará su tradicional “manita de gato” a la plazoleta de San Sebastián de Analco, limpiarán y pintarán jardineras y el quiosco, prepararán el escenario para las coronas que los diferentes políticos instalarán en la Estela contra el Olvido que ya estará limpiecita y pulida, para dejar testimonio de que este evento sólo es recordado por quienes están en el poder una vez al año para poder tomarse la foto, emitir algún discurso y recibir aplausos.
LA TRAGEDIA
Se cumplen 30 años de la mayor tragedia en la historia de Guadalajara, cuando se abrió la tierra y cientos de personas del tradicional barrio de Analco vivieron un infierno.
Eran las 10 de la mañana con cinco minutos cuando empezaron una serie de explosiones en el Colector Intermedio de Oriente en Guadalajara. El saldo oficial de las explosiones fue de 212 muertos, 69 desaparecidos, mil 470 lesionados, se destruyeron ocho kilómetros de calles, resultaron afectadas mil 142 viviendas, 450 comercios, 100 centros escolares y 600 vehículos.
Aunque no pudo ser comprobada, la explicación oficial fue que las explosiones se originaron por la gasolina que derramó el poliducto Salamanca-Guadalajara en la colonia Álamo Industrial, en donde también había hidrocarburos descargados por plantas industriales y talleres. Con el calor propio de la época se generaron gases explosivos que se almacenaron ya que se había formado un sello hidráulico causado por la construcción de un sifón por debajo de la Calzada Independencia.