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GUADALAJARA, Jal., 14 de febrero de 2016.- A diferencia de otros años, las mañanitas que le tocó el mariachi Ciudad de Guadalajara a la ciudad por su 474 aniversario estuvo muy desangelado.
Fue poca gente la que asistió al evento que se realizó afuera de la presidencia municipal de Guadalajara, en la que además se regalaron picones y chocolate.
Ante la pregunta que le lanzó una reportera al presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez acerca de qué significaba para él cantarle las mañanitas a una Guadalajara en la que las vialidades se encuentran colapsadas, respondió:
«Significa un reto, me parece que hoy en Guadalajara por supuesto que hay razones para celebrar, tenemos una ciudad que es referente nacional, una ciudad con una gran historia, con una tradición y un patrimonio arquitectónico cultural impresionante», sin embargo también reconoció que es una ciudad con grandes problemas:
«Pero también tenemos una ciudad que tiene grandes retos y grades desafíos, una ciudad que a mí coló tapatío no me gusta en lo que se convirtió en una ciudad que tiene que replantearse su futuro y que tiene que trabajar para ello. Y que tenemos que asumir quienes gobernamos y los ciudadanos cada quien sus responsabilidad para poder transformar una realidad, que insisto no es la que Guadalajara se merece», expresó.
Para este evento se compraron 5 mil picones y se hicieron 450 litros de chocolate que se repartieron entre los asistentes, y el personal del ayuntamiento que también estuvo presente en la repartición.
Quizá la falta de asistencia se debió a los cercos que instaló la Fiscalía General del Estado para el evento que organizó la iglesia de la «Luz del Mundo».