Las autoridades del país europeo han sido cautas y no han proporcionado una cifra oficial de víctimas, pero sí confirmaron que en la terminal aérea hubo un doble atentado suicida, mientras medios internacionales manejan hasta 123 fallecidos.
Primero ocurrieron los estallidos en el aeropuerto internacional de Zaventem, ubicado a 15 kilómetros del centro de Bruselas, hacia las 8:00 horas (7:00 GMT) con pocos segundos de intervalo entre sí, cerca del área de salida de los vuelos rumbo a Estados Unidos.
Otro estallido, en el transporte subterráneo, ocurrió en la estación Maelbeek debajo de la sede de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, máximos órganos de la Unión Europea (UE), así como de medios internacionales.
Bélgica elevó de inmediato el nivel de alerta terrorista a 4, lo que indica una amenaza “grave e inminente”.
El país se encontraba bajo alerta máxima desde el pasado viernes por la detención de Salah Abdeslam, un sospechoso clave en los ataques terroristas del 13 de noviembre pasado en París, que dejaron 130 muertos y 300 heridos.
En tanto, las autoridades pidieron a la gente que se quede en sus casas o en sus lugares de trabajo y no hacer llamadas telefónicas con la red móvil para evitar sobrecargarla.
Los vuelos fueron cancelados, así como la red de trenes con destino al aeropuerto, informó la empresa ferroviaria SNCB en un Twitter.
Efectivos del Ejército también patrullan la ciudad ante el temor de que se registre otro ataque.
En la vecina Francia, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, anunció el refuerzo del dispositivo de seguridad en el país con el despliegue de mil 600 policías y gendarmes para el control de fronteras y la seguridad de los transportes aéreos, marítimos y ferroviarios.