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CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2018.- Dieciocho años tuvo que esperar Andrés Manuel López Obrador para convertirse este primero de diciembre en el Presidente legitimo y constitucional de México, el primero emanado de la izquierda en la historia del país.
Portando la banda presidencial, en su primer mensaje como titular del Ejecutivo federal aseguró que por mandato del pueblo a partir de este día inicia la llamada cuarta transformación política del país.
“Puede parecer pretensioso o exagerado pero hoy no solo inicia un nuevo gobierno, sino un cambio de régimen político”, aseguró en Sesión del Congreso General.
En Ceremonia de Transmisión del Poder Ejecutivo Federal, López Obrador valoró que el presiente saliente, Enrique Peña Nieto, no haya intervenido en el proceso electoral que le dio el triunfo el pasado primero de julio.
El Presidente de México afirmó que la transformación será profunda al acabarse la corrupción y la impunidad que obstaculizan el renacimiento del país.
A la cabeza del nuevo Gobierno federal aseguró que desea convertir la honestidad y la fraternidad en una nueva forma de vida.
El Primer Mandatario dijo que esto no se trata de mera retórica o propagandístico, estos postulados se sustentan en la convicción de que la crisis del país se originó no solo en el fracaso del modelo neoliberal aplicado en los últimos 36 años, sino también por el predominio de la corrupción pública y privada.
“Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y de la minoría que ha lucrado con el influyentísimo”, indicó sobre la causa principal a la que atribuye la desigualdad económica y social, así como la inseguridad y la violencia que padece el país.