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GUADALAJARA, Jal., 13 de enero de 2022.- Porque no está debidamente tipificado en la Ley, la diputada federal por Jalisco, Laura Imelda Pérez Segura, presentó una iniciativa de reforma el Artículo 390 del Código Penal Federal, con el propósito de sancionar a quienes resulten responsables de los denominados “montachoques”.
La legisladora de Morena consideró que con esta enmienda legislativa se buscará ayudar a garantizar la seguridad vial e integridad física de la población que circula por las distintas ciudades del país.
“Seguridad e integridad que se han visto vulneradas por una nueva modalidad del delito de extorsión, conocida como ‘montachoques’, que lejos de disminuir han aumentado no sólo en la Ciudad de México sino en otros estados del territorio nacional”, advirtió.
La representante popular por el Distrito 16, con cabecera en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, mencionó que el modus operandi consiste en provocar deliberadamente una colisión vehicular para que, “bajo persuasión, amenazas, agresión física o daño a la propiedad, se culpe a la víctima de ser el responsable y que, con ello, entregue cierta cantidad de dinero para así evitar ser agredidos”.
Señaló que, pese a las acciones disuasivas de las autoridades, los delincuentes han actualizado sus métodos de extorsión, por lo que es necesario establecer herramientas legales que clasifiquen este tipo de fechorías,
“Actualmente no está debidamente tipificado en nuestro Código Penal y, al pretender denunciar el delito, las víctimas encuentran que los ministerios públicos no cuentan con métodos legales adecuados para poder catalogar el mismo. Debe tipificarse de forma clara para una correcta clasificación en los códigos penales de las diferentes entidades del país y, con ello, obtener penas precisas para este acto delictivo”.
Por ello, destacó “la presente iniciativa tiene como objeto reformar el Artículo 390 del Código Penal Federal, para considerar dentro del delito de extorsión a quien, de manera premeditada, por medio de conducta dolosa, ocasione un siniestro vial con la finalidad de obtener un lucro, simulando ser víctima del hecho de tránsito generado, tomando como mecanismos de alevosía y ventaja, los lineamientos que marcan los distintos Reglamentos de Tránsito”.