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GUADALAJARA, Jal., 08 de noviembre del 2018.-El plan de austeridad que quiere implementar el Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene huecos, así lo señalaron especialistas del Centro Universitario de Ciencias Economicas y Administrativas de la Universidad de Guadalajara, quienes explicaron que no incluye una evaluación del desempeño, profesionalización de la administración pública y carece de un diagnóstico claro que conecte con los 50 puntos de esa propuesta.
El doctor Fernando Nieto Morales, Profesor de El Colegio de México, indicó que los dos grandes temas son cómo se gasta menos en la burocracia, y cómo hacerla más eficiente y dotarla de cierto sentido de justicia social.
“En el balance y a pesar de que el plan de Andrés Manuel sí pone el dedo en puntos importantes, tiene dos grandes problemas: que esta agenda de austeridad, que es uno de los brochazos en el plan de la reforma administrativa del próximo gobierno, deja muchos huecos: no dice nada sobre evaluación del desempeño, nada sobre la profesionalización de la administración pública o del servicio profesional de carrera, que son temas centrales, que desde hace mucho tiempo hemos venido insistiendo desde la academia y la sociedad civil como deudas históricas del Estado mexicano. Es preocupante que no se encuentren estos brochazos de reforma administrativa”, explicó Nieto Morales.
Por su parte el doctor Guillermo Cejudo Ramírez, Secretario Administrativo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), indicó que la corrupción, el dispendio y los abusos de la élite política es identificado por la gente como un problema serio, al igual que los privilegios indebidos y el desapego de la élite burocrática hacia la población, y la necesidad de hacer más eficiente el gasto público.
“Las tres cosas son ciertas. El problema es cuando las empalmamos y pensamos que la misma solución atiende las tres. Por eso me parece que en los últimos meses hemos ido y venido, sin mucha precisión conceptual y sin rigor analítico, entre la crítica a la corrupción, un propósito legítimo de austeridad y una retórica antiburocrática muy extraña, más frecuente en los neoliberales ochenteros y en los libertarios gringos, que en un movimiento de izquierda en el que el Estado y su burocracia y el servicio público son parte central de sus instrumentos transforma.
Estos análisis se estarán dando en el marco de la edición número 23 del Congreso Latinoamericano de Desarrollo que realiza la Universidad de Guadalajara en las instalaciones del CUCEA.