Participa gabinete económico en la Glosa del Sexto Informe de Gobierno
GUADALAJARA, JAL., 11 de julio de 2019.- Ni los ataques cobardes y perversos de los tres gobiernos anteriores del PAN y del PRI, en complicidad con los tres grupos mineros más grandes y corruptos del país: Grupo México, Grupo Peñoles y Grupo Acerero del Norte, pudieron destruir al poderoso sindicato de los mineros ni a los dirigentes, afirmó el senador de Morena, Napoleón Gómez Urrutia.
En el marco del 85 Aniversario de la constitución del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSSRM), el presidente de esta organización aseguró que el resultado más claro ha sido su regreso como Senador de la República, con el gran objetivo de reconstruir y democratizar el movimiento obrero en beneficio de los trabajadores y sus familias.
Arropado por el gremio sindicalizado, el morenista reconoció la «valiente, inteligente y fuerte» lucha de los mineros al resistir durante 12 años, del 2006 al 2018, una persecución política sin precedentes que lo obligó a su auto exilio a Canadá.
En presencia del presidente de la Cámara de Senadores, Martí Batres, el también dirigente de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) destacó que los mineros sindicalizados han recorrido un largo camino, además de conquistado y solidificado el anhelo de todo trabajador de preservar sus derechos constitucionales preservados en la ley.
El líder sindical minero resaltó la conquista y la defensa de los contratos colectivos plasmados en la ley, la mejora de las condiciones de las minas y plantas industriales, y el avance hacia la democracia, la libertad y la justicia laboral.
“A lo largo de estos 85 años, los mineros hemos aprendido que el sindicalismo no puede sustraerse a la dinámica, al desarrollo y a los retos de la economía global”, dijo al referir que el mundo moderno, la globalización de los poderes económicos y políticos del siglo 21, así como los avances de la ciencia y la robótica han originado una permanente reducción del número de empleos y nuevas formas de trabajo humano.
Por esto, Gómez Urrutia dijo que se han visto obligados a ejercer un cambio en el desarrollo cualitativo del ser y del quehacer del nuevo líder sindical mexicano.