GUADALAJARA, JAL., 13 diciembre 2016.-Como era de esperarse, no hubo consenso en la votación para elegir al nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco y cada fracción acordó votar por quien quiso.
Los legisladores de Movimiento Ciudadano y el diputado Independiente, Pedro Kumamoto Aguilar se pronunciaron por el candidato, Israel García Iñiguez, quien alcanzó solo 15 votos. En tanto que la fracción priista se inclinó por el candidato, Ulises Rafael Chávez Sánchez quien logró 12 de los votos y Gustavo Alfredo González Pacheco obtuvo ocho votos de los diputados del Partido Verde Ecologista y los panistas.
Al no alcanzarse la mayoría de los votos requeridos, el presidente de la mesa directiva, Oswaldo Bañales instruyó a la comisión de vigilancia que emitiera un nuevo dictamen del cual se seleccionó una terna de los candidatos con más alto puntaje y tras realizarse una segunda vuelta de la votación y no haber mayoría de los votos, se declaró desierta la convocatoria.
Al considerar que ninguno de los aspirantes cumplía se emitió un acuerdo legislativo en el que se establece que al no existir las condiciones para designar a alguno de los postulantes deberá asumir el cargo como encargada de despacho la auditora especializada, Teresa Arellano, explicó el presidente de la comisión de Vigilancia, Hugo René Ruíz Esparza.
«Como evidentemente, antes de terminar el año, ya no nos dan los tiempos para emitir una nueva convocatoria, en este momento ya estamos construyendo la redacción del acuerdo legislativo para ratificar a quien será el encargado del despacho como lo indica la ley de fiscalización superior que establece para las ausencias definitivas, en este caso llegando el 31 de diciembre se tiene por terminado el nombramiento de Alonso Godoy, se establece una ausencia definitiva al no tener a
alguien nombrado y en consecuencia lo que se establece es que el auditor especial que en este caso es Tere Arellano, queda como encargada de despacho», señaló.
Se dice que como no les corre la prisa a los legisladores, podrán tomarse el tiempo suficiente para sacar adelante la ley de fiscalización y ahí establecer las condiciones para lanzar una nueva convocatoria de quién se encargará de presidir la ASEJ por un periodo de siete años más.
Ruíz Esparza señaló que esta decisión puede ayudar a perfeccionar como se nombrarán a los próximos auditores, establecer con nuevas reglas para elegir a un auditor. Estima que podría tardar hasta seis meses el nuevo nombramiento del titular de la ASEJ.