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GUADALAJARA, Jal., 5 de febrero del 2016.-México tiene el segundo lugar en impunidad entre 59 países con el 75.7 por ciento , según el Índice Global de Impunidad (IGI), elaborado por la Universidad de las Américas Puebla (UdlaP) y Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla (CCSJ).
De acuerdo con el informe, el país ocupa uno de los lugares más preocupantes en el ranking del IGI, ya que presenta dos grandes problemáticas identificadas en la funcionalidad de su sistema de seguridad y en la estructura de su sistema de justicia.
Por un lado el sistema de seguridad no lleva a cabo la apertura de procesos de averiguación de la mayor parte de las personas sospechosas, detenidas, arrestadas o bajo arraigo. El sistema de justicia mexicano, según el estudio, enfrenta grandes deficiencias, 46% de la población detenida carece de una sentencia condenatoria.
Por otro, el índice estimó una proporción promedio internacional de 17 jueces por cada 100 mil habitantes; México sólo cuenta con 4 por cada 100 mil personas. Además, tiene 355 policías por cada 100 mil. El promedio mundial es de 332.
La corrupción, la inseguridad y violencia al interior de los países son los efectos de la impunidad, no sus causas. “La corrupción es el resultado de la impunidad”, afirmó Ernesto Derbez, rector de la Universidad de las Américas de Puebla, informó la revista Forbes.
Los países que cuentan con una combinación adecuada de capacidad estructural de sus instituciones en seguridad y justicia, pero además son respetuosos de los derechos humanos contarán con un índice de impunidad bajo. Estos son Croacia, Eslovenia, República Checa, Montenegro, Bulgaria, Malta, Polonia, Lituania, Serbia, Noruega, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Países Bajos, Austria, Andorra, Alemania, Bosnia-Herzegovina, Estonia y Portugal.
Los cinco países con los índices más altos de impunidad estudiados por el IGI son Filipinas con el 80 por ciento, México con un 75. 7, Turquía 68 por ciento, Colombia 75.6 y La Federación de Rusia 63 por ciento.
Mientras que el país, junto con Austria, Barbados, Bulgaria, Chile, Finlandia, Japón, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa y Serbia están a la vanguardia en la generación de información estadística en materia de seguridad y justicia.
México y Colombia
En el índice, se puede observar como México y Colombia tienen un comportamiento similar en cuanto a indicadores de mayor impunidad en relación a la estructura y el funcionamiento de los sistemas de seguridad y de justicia. Lo que puede vincularse con el incremento del crimen organizado desde 1970, vinculado al fenómeno del narcotráfico. «Lo anterior afecta la capacidad del Estado para procurar seguridad y justicia, además de la generación de un clima constante de corrupción de las autoridades que, en ocasiones, actúan en complicidad con los criminales» explica el informe.
Con respecto a la estructura del sistema de seguridad, México y Colombia ocupan una posición similar en relación al número de policías por cada 100 mil habitantes, 355 y 347 respectivamente. En cuanto a sus sistemas penitenciarios, en ambos países tampoco se registraron diferencias significativas en términos del personal penitenciario por la capacidad penitenciaria, en personal penitenciario entre reclusos en las cárceles y en la variable que indica la relación entre reclusos en cárceles entre capacidad carcelaria.
Todos estos indicadores se posicionan por debajo de la media, evidenciando deficiencias sustanciales en el funcionamiento del sistema de seguridad, desde que la persona es detenida hasta que es recluida en una prisión para aguardar un juicio. El hacinamiento en las cárceles, la tortura y la falta de conocimiento de los procesos judiciales por parte de los inculpados caracterizan el sistema penitenciario de ambos países.
México y Colombia también observaron un comportamiento parecido en el funcionamiento del sistema de justicia ya que reportan cifras similares en cuanto a las personas con contactos formales en los tribunales. De igual forma, se encontraron cifras similares al considerar la variable que mide la cantidad de personas encarceladas entre el número de personas condenadas por un delito grave, aun cuando en Colombia se registra un porcentaje significativamente mayor de jueces por cada 100 mil habitantes que en México ,10 y 4 respectivamente.
Las diferencias significativas entre México y Colombia se encuentran en cuanto al porcentaje de personas detenidas sin sentencia, 47 y 33 respectivamente, mismo que en los dos países supera el porcentaje global, que es de 23.
Esto se explica porque tanto en México como en Colombia predomina el modelo de prisión preventiva, es decir, el encarcelamiento de los inculpados durante el proceso. En el caso de México, desde 2008 se empezó a impulsar una reforma penal que busca limitar la dicha medida de aseguramiento para los delitos menores.
La cifra negra
Un porcentaje considerable de los sucesos criminales nunca se denuncia ante la policía y, por consiguiente, no se incluyen en las estadísticas oficiales. Esa cantidad desconocida, denominada la “cifra negra” o “cifra oculta” de la delincuencia, representa una falta de castigo para los responsables del delito y, por tanto, resulta un indicador fundamental para la construcción de un Índice Global de Impunidad.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre Inseguridad (ENSI) de 2008, 85% de los delitos totales de ese año no fueron registrados por la policía. Lo anterior pone de manifiesto que la ausencia o presencia de este dato en un análisis estadístico sobre impunidad podría alterar los resultados del mismo.