
No todo es violencia de género
Mano dura en negociación laboral del TMEC
En las próximas negociaciones del T-MEC, el capítulo laboral será uno de los temas de confrontación entre México- Estados Unidos porque el gobierno de Trump pedirá:
1) Una nueva Ley Federal de Trabajo en México,
2) Igualar salarios en industrias integradas como la automotriz,
3) Que los dirigentes sindicales en México cumplan con los requisitos de transparencia en la administración de los recursos sindicales, rendición de cuentas sobre los dineros a sus agremiados y, que la elección de los dirigentes sea equitativa, transparente y se elimine la corrupción de las viejas y nuevas centales obreras vinculadas al gobierno.
Ex negociadores del TLCAN y T-MEC, vinculados a los sindicatos de Estados Unidos y Canadá, aseguran que los norteamericanos regresarán a la petición de tener inspectores laborales y ampliar el alcance del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida para no sólo incluir “instalaciones designadas” en ciertos sectores, como el minero y el del vidrio, por mencionar algunos, sino también para incluir a las propias organizaciones sindicales y asegurar que en su funcionamiento respeten la democracia sindical.
Sabemos que con el cambio de gobierno de Demócrata a Republicano en EU, se suspendieron o eliminaron recursos económicos destinados a diversos fines, entre los cuales hoy se cuenta el grupo de observadores y facilitadores del capítulo laboral del T-MEC, encabezado por Pablo Solorio, cuya misión había sido apoyar a los sindicatos democráticos y promover la transparencia y las elecciones democráticas en organizaciones sindicales mexicanas, con apoyo de la AFL-CIO y de la OIT.
El nuevo embajador de Estados Unidos en México, Ronald Johnson, ex militar y embajador de EU en El Salvador tiene el encargo de su gobierno de atender tres temas: seguridad nacional (combate a los cárteles del narcotráfico), inmigración de Centroamérica a México y la aplicación irrestricta de los compromisos comerciales; así como para exigir una reforma laboral aún más profunda en México. En ese sentido habrá mucha más vigilancia para asegurarse que los sindicatos cumplan con los compromisos y no sólo lo prometan.
Y como botón de muestra de nuestro sindicalismo nacional, el pasado 1 de mayo en Ciudad Juárez, el presidente municipal, Cruz Pérez Cuellar, encabezó el desfile obrero organizado por la CTM de la localidad. En la marcha también participaron miembros del Sindicato Nacional Alimenticio y del Comercio (SNAC), como uno de los cercanos al alcalde. El hecho fue reportado por 8 sitios de noticias de la zona norte del país y uno del Edomex.
En la supuesta lista del Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llamada la “lista de Marco”, donde se inscriben los nombres de 44 políticos, administradores y militares mexicanos que están siendo investigados en ese país por sus posibles nexos con organizaciones delictivas, se encuentra precisamente la de Cruz Pérez Cuellar, alcalde de Cd. Juárez. Sin duda el gobierno de Trump no dejará pasar ningún indicio de conductas sospechosas.
*** CFE y Chiapas, cuando el desarrollo sí llega al sur
La Comisión Federal de Electricidad (CFE), encabezada por Emilia Esther Calleja, ha iniciado una de las obras más relevantes para Chiapas en los últimos años: el dragado del río Grijalva, entre la zona de Caguaré y la embarcadera en Chiapa de Corzo. Este proyecto, más allá de su carácter técnico, representa un acto de reparación histórica con una región que durante décadas ha sido fundamental para el desarrollo energético del país, pero que ha recibido poco a cambio en términos de inversión, infraestructura o desarrollo social.
El dragado del Grijalva tiene objetivos claros: mejorar el flujo del agua, evitar riesgos ambientales y, sobre todo, reactivar el turismo fluvial, un sector clave para la economía de Chiapa de Corzo y sus alrededores. Al retirar los sedimentos acumulados, no solo se previenen inundaciones y se mejora la calidad del agua, sino que se abren nuevas posibilidades para la navegación turística, especialmente en temporadas altas. Esta medida llega justo a tiempo para fortalecer una economía local que depende en buena parte de los visitantes y los recorridos por el emblemático Cañón del Sumidero.
Pero los beneficios van más allá del turismo. La obra, al requerir mano de obra local, ya genera empleos temporales y una derrama económica que se siente en sectores como el comercio, la gastronomía, el transporte y los servicios. Para muchos habitantes de Chiapa de Corzo, se trata de una bocanada de aire fresco en medio de un contexto económico complejo, donde las oportunidades escasean. Que una empresa estatal como la CFE asuma un papel activo en el desarrollo local es una señal positiva de lo que puede lograrse con una visión de Estado.
El gobernador Eduardo Ramírez Aguilar ha sido claro al señalar que esta intervención es también un acto de justicia para Chiapas. El estado produce más del 25% de la energía limpia del país gracias a sus recursos hídricos, pero ese aporte no se ha traducido históricamente en un trato equitativo desde el centro. Esta obra parece marcar un punto de inflexión, un reconocimiento explícito de que Chiapas merece más que agradecimientos: necesita obras, inversiones y presencia institucional permanente.
En ese sentido, también es relevante el papel del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), cuyo presidente, David Zamora, ha subrayado el valor estratégico de la llegada de la CFE a la región. Más allá del dragado, la presencia de técnicos, equipos e infraestructura abre posibilidades para el desarrollo urbano, la vivienda y la industria. Si se aprovecha correctamente, este impulso podría desencadenar un efecto multiplicador en diversas ramas de la economía chiapaneca.
Además, no puede pasarse por alto el contexto político. Apenas en marzo, la presidenta Claudia Sheinbaum visitó Chiapas e inauguró obras estratégicas, reafirmando su compromiso con el desarrollo del sur-sureste. La coordinación entre el gobierno federal y estatal, como se ha visto en este caso, es fundamental para transformar realidades y atender rezagos históricos con hechos, no solo con discursos. Las acciones coordinadas entre CFE, el gobierno local y otros actores son una muestra de que hay voluntad política cuando se trata de construir un presente más digno.
El dragado del río Grijalva es apenas una obra, sí, pero su simbolismo es profundo. Representa una forma distinta de hacer política pública: más cercana a la gente, sensible al entorno y consciente de las deudas históricas que aún persisten en el país. Si se mantiene esta ruta, Chiapas puede dejar de ser visto como un territorio olvidado para convertirse, por fin, en protagonista de su propio desarrollo.
*** Reciclaje efectivo
El compromiso con la sociedad y el medio ambiente es palpable en Coca-Cola FEMSA, donde mediante SUSTENTAPET han conseguido establecer una estrategia de reciclaje más que efectiva, pues durante el año recién concluido fueron recopiladas 118 mil toneladas de material PET, gracias a la colaboración de 550 trabajadores, ONG’s, recolectores independientes, comunidades locales y 43 centros dispersos en América Latina.
El equivalente del logro es igual a 8 mil millones de envases de 600 mililitros, por lo que la iniciativa es aplaudida y continuará en marcha al prevalecer como líder, Julio César Sánchez. Esperemos próximos resultados de este programa a favor de la economía circular, sobre todo al conocer que México es una de las latitudes preponderantes con niveles de acopio del 60%, al sumar esfuerzos con ECOCE.
*** Apuesta y respaldo
TOME NOTA *** Bien por el diputado federal Eruviel Ávila Villegas, pues en su visita a Guadalupe Victoria, Durango, para respaldar a Jorge Duarte Solís, mostró el músculo político de la coalición PVEM–Morena–PT en el estado. Así, el exgobernador mexiquense no solo ofreció respaldo electoral, sino que prometió acompañamiento permanente y gestión directa para impulsar el desarrollo del campo, uno de los ejes clave en la región.
Ante productores y líderes locales, Ávila Villegas subrayó la importancia de convertir el respaldo político en beneficios tangibles, como proyectos productivos, apoyos al agro y acceso a programas federales.
El reto será que estas promesas no queden en lo discursivo, sino que se traduzcan en resultados concretos para las comunidades rurales, que históricamente han sido relegadas en aquella entidad.