
Visión Financiera
A la pregunta de ¿por qué no votamos? en la pasada elección judicial, lo más fácil es decir que por desinterés y desconfianza, al menos es lo que respondieron ciudadanos en algunos sondeos, luego del 7 por ciento de participación ciudadana en Jalisco por detrás de Guanajuato, que registró el INE. Se podría atribuir a que es porque es un estado gobernado por MC o en el caso del bajío por el PAN, pero determinarlo así sería muy simple.
Hay 5 puntos considerables a analizar, por un lado, fue una elección mal diseñada si en algún momento se pensó que elegir a jueces, magistrados y ministros por voto popular podría funcionar debe ser con otro modelo y no como el que vimos el fin de semana pasado, recurrir al sistema electivo no garantiza la profesionalización ni independencia de los impartidores de justicia.
Por otro lado, fue una elección poco entendible y con poca información; si bien el INE en su sitio web tenía el perfil de las candidatas y candidatos, era complejo que la gente se metiera al sitio a desmenuzar todos los nombres y cargos, requería tiempo y un trabajo casi académico, que como país no tenemos cultura judicial ni dimensionamos el papel de los juzgadores en la función del mismo.
Ante la falta de claridad era necesario que se nos facilitará el proceso y el cómo votar, aunque en apariencia era igual a las elecciones anteriores, ésta requería de hacerlo a conciencia y es ahí donde la oposición desaprovechó una magnífica oportunidad de mostrarnos a los otros, los otros perfiles no afines a Morena y darnos a conocer a aquellos verdaderos, realmente preparados con la experiencia y autonomía necesaria sin afiliación política, por lo contrario, nos invitaron a no votar. Hay que reconocer que sí hubo algunos o muy pocos esfuerzos periodísticos o de la sociedad civil organizada que hizo esa selección.
El que Jalisco haya obtenido solo un 7 por ciento de participación es una derrota para el partido, el trabajo que hicieron varios operadores de Morena no funcionó o se hubiera visto la diferencia, probablemente ese bajo número traiga efectos negativos para el estado con todo y que la relación con el gobierno federal no es mala, pero tampoco buena; el gobernador Pablo Lemus no votó.
Dentro de todo lo negativo de este proceso que sin duda es histórico, quiero rescatar a los que sí votaron por un interés propio y legítimo, aquellos ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a las urnas sin acordeón ni acarreo, sí con desconocimiento de por quién iban a votar, y con el espíritu de ejercer la democracia, que aun sabiendo que esto ya estaba arreglado, quisieron ser parte y experimentar el desarrollo de la jornada.
Creo firmemente que no por participar de esa forma en la elección judicial fueron parte de la farsa como mucho se comentó, por el contrario, si los demás que estuvimos apáticos nos contagiáramos de ese ánimo tal vez para los partidos no sería fácil manejar de la manera en que lo hicieron un proceso tan importante como este. En todo escenario siempre más vale la acción que la omisión, porque ante la indiferencia y rechazo del electorado el poder podrá seguir haciendo las cosas a su modo.