Visión Financiera
Pablo Hiriart
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, habló con la precisión científica que la caracteriza: la crisis de abasto de gasolina durará “lo que sea necesario”.
¿Dos días? ¿Dos semanas? ¿Dos meses?
¿Ni idea, secretaria?
Además, “lo que sea necesario” ¿para qué?
Porque seamos claros: lucha contra el huachicol, no hay.
A ver, dígannos ¿cuántos detenidos hay? ¿Cuántos millones de litros de combustible han sido recuperados?
Hasta ayer lo único concreto es que detuvieron a tres personas en Morelos con trece garrafas de combustible que en total sumaban 260 litros.
En la Piedad, Michoacán, la Policía Federal detuvo a un tractocamión con 60 mil litros de combustible, cuya procedencia legal no pudo acreditar el chofer.
Son operaciones de rutina. Mínimas.
En cambio el día anterior, sujetos armados se robaron dos pipas con gasolina en Chihuahua, con 40 mil litros de combustible cada una.
¿Cuál combate al huachicol? ¿Qué están haciendo?
Hace un par de semanas (viernes 28 de diciembre) el Presidente dijo que el problema del robo de combustibles no estaba en los ductos sino en las instalaciones de Petróleos Mexicanos.
Que la ordeña de ductos era “pura pantalla”. ¿Quién le dio esos datos equivocados?
Como solución al robo, cerraron los ductos. ¿?
Ayer jueves el Presidente dijo en su conferencia mañanera que se establecería, de inmediato, un plan de vigilancia en los mil 600 kilómetros de los principales ductos del país.
¿No que el problema en ductos era “pantalla” y el 80 por ciento del robo se da en las almacenadoras de Pemex?
Lo que hicieron, nos informaron, fue cerrar los ductos para frenar el robo de gasolina.
Sin embargo ayer dijo el Presidente que el desabasto de gasolina en la Ciudad de México se debe a que fue “saboteado” el ducto que va de Tuxpan a Azcapotzalco.
¿No que estaban transportando en pipas porque tienen cerrados los ductos?
Ahora bien, y para el desabasto que hay en el Estado de México, ¿qué sabotaje hubo? ¿Cuál es la razón? ¿Dónde está el director de Pemex para explicar?.
Se nos quiere presentar como una batalla por la soberanía energética del país algo que no es más que precipitado voluntarismo.
No atan ni desatan, no explican ni resuelven.
En los gobiernos anteriores hubo operativos, con todo y Ejército, Marina y Policía Federal, para vigilar ductos, intervenir en refinerías y se detuvieron a cientos de empleados de Pemex y a huachicoleros.
Fueron esfuerzos inútiles pues todos quedaban libres porque el robo de gasolinas no es delito grave, y se logró subir las penas a ese ilícito a pesar de la firme oposición de Morena en el Congreso.
Ahora, con toda razón, el Presidente quiere elevar a delito grave el robo de combustible. Muy bien. Pero ¿no debieron haber hecho eso antes de lanzarse a una aventura que dejará libres a los detenidos, si los hay?
Además, para detenerlos, ¿era necesario dejar sin gasolina a medio país? ¿Qué están haciendo ahora? ¿Dónde se manifiesta la lucha contra el huachicol?
Todo parece ser una patética faramalla, producto de la ineptitud de los funcionarios del área… que no conocen.
Hasta donde se sabe, el gobierno de México dejó de importar gasolinas en diciembre, pues los datos disponibles marcan cero en la compra de combustibles a Estados Unidos.
En México, como se sabe, el 80 por ciento de la gasolina que utilizamos es importada. Y cerramos la importación.
¿No es verdad? Aclaren con información. Expliquen sin insultar.
El país es una marejada de rumores ante la falta de gasolina y ausencia de una estrategia coherente de comunicación social.
La propaganda con la que se nos bombardea en medios electrónicos dice que “no hay desabasto”, “no hay escasez”.
Entonces lo que estamos viviendo ¿qué es?
Y el propio Presidente habla de escasez, pero la propaganda de su gobierno lo niega.
Cada explicación que da el gobierno contradice a otra información que ha dado el gobierno.
Todo es desorden. Improvisación sobre la marcha.
No hay tal combate al huachicol. No se ve por ningún lado, aunque en unos días tal vez nos presenten a algunos empleados detenidos.
Para generar una crisis de esta magnitud y que se resolverá quién sabe cuándo y cómo, no se justifica paralizar al corazón industrial del país más la capital de la República.
¿O sí?, ¿para hacer qué? ¿Qué están haciendo?
Mientras, la crisis va a durar “lo que sea necesario” dice la secretaria de Energía.
¿Necesario para qué?
Cero a la izquierda. No ayudan.