
Libros de ayer y hoy
Estamos viviendo momentos exageradamente complicados por lo ocurrido en Guerrero hace más de una semana. Un desastre natural que vino a destapar el desastre de gobiernos que existen.
La situación sigue fuera de control en Acapulco. Gente sin apoyos, con falta de agua, luz y viviendo sus días con miedo, disparos en las calles, despojos y asesinatos, pero para los de Palacio Nacional “no nos fue tan mal”.
Vienen unas elecciones donde habrá cambios y la gente de Guerrero, pueblo bueno y sabio, ha dejado de creer en las promesas y ahora están enojados y con ganas de pelear, pero no de esas peleas callejeras, pelear en las urnas donde no dudamos le darán un muy buen susto al partido en el poder, que por cierto ha quedado opacado desde el federal, estatal y quienes buscan un lugar en la siguiente contienda.
No vayamos tan lejos y dejando de lado lo lamentable de Guerrero, en Jalisco el partido de Morena se encuentra sumergido en indecisiones, falta de acuerdos y división en sus decisiones.
Mientras que en el bando contrario ya han sabido utilizar lo que le pasa a sus rivales a su favor. Pablo Lemus Navarro fue aceptado como el precandidato para la gubernatura y ya va para una semana siendo el único y sin rival.
Las cosas al interior de Movimiento Ciudadano, muy contrarias a Morena, tienen rumbo y dirección pues la situación que tenían y la que se veía era la más complicada al interior del partido, elegir a su candidato a la gubernatura y esa ya está.
Clemente Castañeda y Alberto Esquer ya también encontraron acomodo e irán por una senaduría. Ambos montandos en su caballo con su rumbo fijo y nadie que los obstaculice.
Mientras que el cuarto jinete del apocalipsis de Morena es Salvador Zamora, alcalde de Tlajomulco de Zúñiga, quien ya encontró acomodo en la candidatura por Guadalajara.
Basándose uno en la fuerza que mostró junto a Pablo Lemus en la contienda interna por la gubernatura, las encuestas publicadas últimamente y la gran amistad con el Gobernador, lo pondrían como el elegido.
Por otro lado, si la decisión se basa en encontrar un candidato que no solo sea reconocido por la ciudadanía, sino que también cuente con experiencia en contiendas electorales, Zamora sería la elección natural.
En 2012, Zamora compitió en su distrito en Tlajomulco y se convirtió en el primer candidato en ganar de un partido diferente al PRI y al PAN. Además, obtuvo una victoria abrumadora. Luego, en 2015, compitió como diputado federal y nuevamente demostró sus habilidades políticas.
En 2018, a pesar de un escenario adverso debido a la salida de Alberto Uribe de MC para unirse a Morena y dividir al equipo, Zamora ganó con una votación histórica. En 2021 su gestión gubernamental y manejo de la pandemia le valieron otra victoria.
En consecuencia, Zamora ha enfrentado diversos desafíos en sus contiendas electorales, pero en todas ha salido victorioso, lo que sugiere que también podría lograrlo en Guadalajara.
Otro supuesto importante es que, siguiendo la idea de Reyes Heroles, no solo se necesita al hombre, sino también al proyecto. Zamora ha demostrado tener un proyecto propio que se alínea con los valores del alfarismo y del emecismo. Además, ha destacado por su transparencia, buen manejo de las finanzas y la promoción del gobierno ciudadano. El Centro Administrativo de Tlajomulco ha implementado nuevos procesos que agilizan los trámites y los hacen libres de sobornos a través del ISO 37001.
Zamora comprende la obligación constitucional del municipio de velar por su territorio y ha impulsado más inversiones, lo que le permite calificar su obra como el motor económico de Jalisco.