Visión Financiera/Georgina Howard
ATENCIÓN A LA SALUD MENTAL DE NUESTROS JÓVENES
Un hecho difícil de explicar, que estremece a cualquiera que escucha cómo sucedió; habitantes de la Zona Metropolitana y de otros estados de la República aún se resisten a creer que temas como el ocurrido en la UTEG el pasado miércoles sean parte de nuestra realidad.
Un desquiciado joven de tan sólo 20 años de edad, con ideas dantescas en su cabeza, terminó con la vida de tres mujeres de una manera cruel. Las autoridades informaron que en un primer hecho había terminado con la vida de una joven en un motel; se dirigió caminando hasta el plantel estudiantes de la Universidad Tecnológica de Guadalajara, marcado con el #1610 del Boulevard Marcelino García Barragán, en la colonia Atlas de Guadalajara, donde sin una explicación el sujeto ingresó al inmueble y comenzó a atacar a los estudiantes y demás presentes.
El hombre que dijo llamarse Gabriel Alejandro portaba un hacha y un par de navajas comenzó a perseguir y atacar a puñaladas a todos, los gritos de terror, desesperación y los llamados de auxilio se realizaban mientras él seguía apuñalando a quienes alcanzaba.
Policías llegaron al lugar y lograron la captura del joven, a quien le aseguraron las armas que portaba y con la que había causado los daños.
También llegaron paramédicos, atendieron a los lesionados y descubrieron que dos empleadas administrativas del plantel ya habían perdido la vida por las cuchilladas que recibieron.
La escena era trágica, llantos, gritos y los rostros inundados por la desesperación. El hecho pareciera ser de una película de terror, pero tristemente no tiene nada que ver con una filmación y sí en nuestra realidad diaria.
Cada día hay hechos más violentos que nos sumergen en el miedo pues ya en ningún lugar estamos seguros; si no es por el crimen organizado que se ha apoderado de todo el país, es por personajes como Gabriel Alejandro. Son ellos quienes nos han arrebatado nuestra tranquilidad.
Lo sucedido en el plantel educativo no puede dejarse a la ligera, es necesario que las autoridades de salud presten mucha atención y atienda la salud mental de todos y cada uno de los ciudadanos, pues la violencia que sangra al país ha desencadenado personas más agresivas, violentas y crueles.
Los delincuentes nos han acostumbrado a ver muerte a balazos, mutilados, embolsados, colgados, decapitados, quemados, etcétera y etcétera.
Y por lo visto, si no se pone pronta atención en el tema, los jóvenes creerán o creen que, si unos pueden, los otros también.
Por otra parte, en el tema de pedir un alto a la violencia no es un tema de la ciudadanía, pues las marchas y gritos para pedir un alto a lamentables hechos, han sido ignorados por el crimen y es solo y únicamente labor de los gobernantes para ponerle un alto total a los hechos que alteren y llegan a desquiciar a nuestros jóvenes.
Por amor a la humanidad, y con ruego de paz, ojalá que se dejen de lado los abrazos y se trabaje para rescatar a nuestros jóvenes, pues se están viendo dañados por todo lo que ven y escuchan.