· El PRI pierde tiempo y entra en estado de inanición
· Critica despidos en el gobierno, pero corre personal
· Conago, Alito, el mando civil y los retos pendientes

Mal gobernó y perdió.

Perdió y no se reorganizó.

No se reorganizó y hoy el ha entrado en estado de coma.

Con una directiva pasmada, sin liderazgo nacional ni regionales, sin recursos ni proyecto, se ha escudado en medidas de restricción con riesgo de perder presencia.

Tras su humillante derrota en las elecciones federales de julio pasado, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) no ha tenido avances ni en su estructura ni en su proyecto.

Vaya, ni en su posicionamiento.

A esta alturas no se sabe cuál será la actitud de sus bancadas en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, coordinadas respectivamente por René Juárez Cisneros y por Miguel Angel Osorio Chong.

La paralización priísta se extiende a una demostración de experiencia ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y vaya si tiene oportunidad de hablar de temas de Estado.

Seguridad pública, finanzas, cobro de impuestos, robo de combustibles, empleo, educación pública… en todo caben opiniones, sugerencias, muestras de conocimiento y habilidad.

DESPIDO PROPIO, APOYO AJENO

Sólo se ha administrado la crisis.

Las distintas corrientes, salvo facciones como Ulises Ruiz, César Augusto Santiago y José Encarnación Alfaro, las demás mantienen un silencio ominoso o tal vez cómplices.

-Nadie exige, pero tampoco nadie apoya internamente –me definió un dirigente histórico del PRI ante la actitud asumida por todos frente a la intrascendencia de Claudia Ruiz Massieu.

-¿Y cuánto tiempo durará?

-Por lo menos hasta octubre… o hasta cuando su mentor quiera –redondeó en referencia a su mentor, el clásico de no se hagan bolas.

¿Y mientras?

Bueno, pues en octubre pasado hubo una reducción de personal y de 30 por ciento al personal conservado en el cada vez más mermado Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y demás órganos internos.

Hoy se ha dictado un nuevo recorte salarial de 30 por ciento para los empleados actuales.

Con una acotación:

La decisión se anunció un día clave: el 8 de enero.

Y, paradójicamente, ese día la presidenta Ruiz Massieu tuiteó a las 12:25 horas en abierta crítica al despido masivos de empleados públicos de todos niveles:

“Las miles de familias afectadas por los recortes y despidos cuentan con nuestro respaldo: haremos que sus voces se escuchen. El @PRI_Nacional seguirá siendo una oposición firme crítica y constructiva”.

EL PRIMER TRIUNFO DE CONAGO

1.- Los gobernadores se han anotado un éxito.

El primero, diríase, ante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

La Guardia Nacional estará al mando de un civil, como lo planteó inicialmente el presidente de la Conago, Alejandro Moreno Alito, pero es el único cambio hasta hoy aceptado desde el poder.

Si desean mayor respeto a la soberanía de estados y municipios, gobernadores y alcaldes deberán presionar más para plasmar sus propuestas en la iniciativa a punto del dictamen.

En especial la incursión de fuerzas federales en investigación de delitos del fuero común y otras intromisiones claves para la soberanía de las autoridades locales.

Un gran reto para Alito y compañía.

Y 2.- la fecha no admite omisiones.

El período extraordinario a iniciar el miércoles fue convocado para temas específicos, básicamente la Guardia Nacional, y muchos asuntos urgentes esperan dictámenes.

Hoy se habla de defraudadores a partir del robo de combustible, pero el huachicoleo está muy lejos de ser penalizado como delito grave por toda la cadena, quienes lo roban, transportan y venden.