
La Ahogada, el que la prueba se pica
¡Amor! Muchos lo definen como “el querer el bien de otra persona o, querer su felicidad”. Etimológicamente amor viene del latín “a”, sin y, “mortis”, muerte, sin muerte. Así que, al ser amado, se le desea que nunca muera, para siempre estar a su lado.
Eso es el amor, desear el bien, la belleza, la abundancia, la vida para siempre. Pero ¿qué no es el amor? La pregunta viene al caso porque, normalmente se confunde el amor. A veces, por ejemplo, pensamos que estamos enamorados y, más bien, lo que experimentamos es gusto o deseo. Así que, aquí nos proponemos decir, qué no es el amor en pareja, a ver si usted, estimado lector, está de acuerdo.
El amor no es:
1. Gusto. “Me gusta tal o cual persona”, solemos decir. Desde pequeños decimos, “esa niña me gusta”. Y ¿qué es gustar? Es la fruición de los sentidos; ver a alguien que nos parece bello y nos provoca un gozo interno. Así que, gustar no es propiamente amor, es parte de él.
2. Deseo. El deseo, es pretender gozar de todos los sentidos con el amado. Es, para decirlo en pocas palabras, tener intimidad con la persona, supuestamente, objeto de nuestro amor. Sin embargo, el deseo es parte del amor, pero no es todo.
3. Sexo. Se dice, coloquialmente, “hacer el amor” para referirse a las relaciones sexuales. Éstas, más que amor, son consecuencias del mismo. En la pareja sería una de las coronaciones del amor.
4. Posesión. Muchas veces pensamos que el amado o amada es propiedad nuestra. Es objeto de nuestro amor, pero, no nos pertenece. Es importante que la persona amada, se sienta libre y, el amor recibido, no sea una opresión. Al contrario, que goce de sana libertad y, cuando se encuentre con el amado, sea producto de su voluntad y no por la fuerza de la obligación.
5. Celos. Escuchamos decir o muchas veces lo creemos “el que no te cela no te ama”. Si bien, hay celos normales y controlables, este sentimiento, a veces, se puede convertir en una calamidad, tanto para el que cela, como para el que es celado. El vicio de los celos, se llama celotipia. Es exagerar el supuesto amor y, por el temor a perderlo, por envidia, o por situaciones pasadas difíciles, se lleva a grados enfermizos.
6. Consumismo. Muchas veces pensamos que, para demostrar nuestro amor, tenemos que estar comprándolo, ya sea, con regalos, desde baratos, hasta muy caros. “Si no le doy algo no me va a amar” -suele pensar el indigente del amor- por lo tanto, gasta y gasta. El otro, se siente amado, porque recibe lo material, cuando el verdadero amor, es más, espiritual.
7. Falsas esperanzas. Muchas veces se funda el supuesto amor en un falso deseo o esperanza. A veces, uno mismo se hace la idea de que esa persona es el hombre o la mujer ideal. Se construye un castillo en el aire donde se lleva a vivir imaginariamente al amado, lo cual, en la realidad, no lo es. Otras, esta falsa esperanza, se construye, porque, el que finge amar, miente y se muestra con la fachada del amor ideal. Logra que su pareja, crea que la ama verdaderamente, lo cual, no es cierto.
Bueno, estas son algunas consideraciones de lo que creemos, no es el amor. Y usted, ¿qué opina?