Libros de ayer y hoy
¡Duda metódica!
Esposo: – ¡Qué necesaria es la filosofía hoy en día! -.
Esposa: – ¿Por qué lo dices? –
Esposo: – ¡Ah, es que nos permite conducirnos ante los políticos! –
Esposa: – ¿Cómo está eso? –
Esposo: -Fíjate. En el siglo XVII vivió Renato Descartes, un filósofo francés, que, además, era matemático. Se decía de él, que sabía todos los conocimientos de su época.
Esposa: – ¡Oh, pues muy inteligente! -.
Esposo: – ¡Sí! ¡Ah, pues, él, sin pretenderlo, nos dio la clave para entender a los políticos! –
Esposa: – ¿Cómo? –
Esposo: -Sí. Descartes, en su búsqueda por encontrar una filosofía firme, estable, que no diera lugar a conjeturas de ninguna clase, se propone dudar de todo. Esa era su forma de abordar las cuestiones que atañen a todo lo que es o existe. Así que, propone la Duda Metódica. –
Esposa: -Oh, interesante. Pero, si dudas de todo, pues…-
Esposo: -Espera. Él en el bosque, en una cabaña, escribe, palabras más palabras menos, que duda de que ese bosque exista. También, duda de que la cabaña exista. Duda de que el fogón que le da calor exista. Pero, de lo que no puede dudar es que está pensando. –
Esposa: – ¡Lógico! -.
Esposo: -De ahí su frase célebre “Cogito, ergo sum”, “Pienso, luego existo”. –
Esposa: -Oh, muy interesante. Así que, esa es la forma de entender a los políticos: dudar de todo lo que dicen. –
Esposo: – ¡ “Eureka”, has dado en el clavo! –
Esposa: – ¿Cómo me dijiste? –
Esposo: -Nada, es una expresión. –
Esposa: -Ok, entonces, ante tantas mentiras que a diario nos dicen los políticos, desde el más encumbrado hasta cualquier candidatillo municipal, nos miente. –
Esposo: -Así es, lo mejor es dudar de todo lo que nos dicen. –
Esposa: -¡Ah, bien, uh!
Esposo: -Y, ¿por qué te pones triste de repente? –
Esposa: – ¡Cómo no apliqué la Duda Metódica cuando te conocí! –
¡¡¡PLOP!!!