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Libros de ayer y hoy
La tercera, la vencida
Cielos ensangrentados. Nubes negras. Dolor espeso. Muerte desgarradora.
Miedo, espanto; la vida junto al precipicio del averno.
Alarmas de guerra, de guerra mundial. ¿Acaso ha llegado la tercera y la última!
¡La tercera es la vencida! ¡Vox populi! ¿Qué quedaría después? Destrucción y muerte por doquier.
Ciudades grises, otroras coloridas, yaceran por siempre aniquiladas.
¿Cuántos quedarán? ¿Cuántos quedaremos?
Una tercera guerra mundial sería catastrófica para la vida en la tierra. Algo solo comparable al relato bíblico del Diluvio.
¡No! Esperemos que no. Que las grandes potencias se perdonen. Que hagan acuerdos, si gustan en lo oscuro, pero, ¡que no arda el mundo!
¡Que la profecía de Gog y Magog, en la que Rusia sería el instrumento de castigo al ser humano, quede suspendida, per secola seculorum!
– ¿De qué escribiste hoy?-
– De la guerra que se avecina. –
– ¡Ay de ti, si te veo con la vecina! –
– Que se avecina, no la vecina.-
– ¡PLop!!!