Visión Financiera
Un pasado mejor
¿Cree usted estimado lector que México y en general, los países de Latinoamérica estamos quedándonos rezagados ante el resto del mundo?
¿Cree acaso que nuestra religión católica, sea causa del retraso económico? ¿O tal vez, piense que la conquista española vino a detener el progreso de las tribus o pueblos prehispánicos?
Y sí, mientras buena parte del mundo crece a niveles económicos muy elevados como son, una buena cantidad de países asiáticos, Latinoamérica parece rezagarse ante el despliegue mundial. Ya lo refería, por ejemplo, un artículo de 2012 publicado por la BBC: “Si uno mira de la década del 80 a hoy día los países de crecimiento tradicional de Asia –Corea, Singapur, Malasia, Tailandia– han crecido un promedio de un 7% mientras que los de crecimiento nuevo –China, India, Vietnam– han crecido a un 9%. En comparación América Latina ha crecido un 3 por ciento en este mismo período”.
En la moneda de ellos, por ejemplo, están plasmadas imágenes de universidades, como el papel moneda de Singapur, donde se ve a un grupo de niños tomando clases. Al fondo el edificio de una escuela. Y como lema aparece la palabra Educación.
Y en los billetes latinoamericanos, no. Veamos nuestro papel moneda. Ni siquiera quedan fijos los próceres. Siempre estamos reciclando a los héroes del pasado. Ya los cambiamos de billetes. Ya hacemos combinaciones de estos. Antes, no hace mucho, al preguntar cuánto iba a ser nos decían: una sor Juanita. Con ello se referían a que serían 200 pesos. Bueno, la imagen de Sor Juana Inés de la Cruz ya no está en ese billete.
Claro, nunca faltan Morelos, Hidalgo y Juárez, que son “la trilogía mexicana por excelencia”. Está bien exaltar a los héroes del pasado, pero, ¿por qué no, mejor mirar al futuro y forjar próceres que traigan unión, progreso, riqueza, paz y armonía a ésta sufrida nación?
A ver, estimado lector, cuando usted se la pasa añorando al pasado, ¿por qué razón lo hace? Porque, lo considera mejor o porque fue más malo que su situación actual. Por lo primero, ¿verdad?
Y así es en nuestra sociedad mexicana. Dirán muchos, no es en la sociedad, es en los políticos. Si, pero, de dónde salen nuestros políticos, pues, exactamente de nuestra sociedad.
Y ¿siempre hemos mirado al pasado? Pues no. Históricamente, los pueblos que eran oprimidos por los aztecas, después del rescate hispano, no decían: -¡Ay qué tiempos tan buenos cuando venían los hijos de Huitzilopochtli a hacernos esclavos y sacrificarnos a los dioses!-.
-¡Ay qué padre, que nos llevaran presos para sacarnos el corazón latiendo y después, ser comidos en un sabroso y antojable pozole!-.
Claro que no. No era así. Fueron 300 años de la época colonial, donde verdaderamente se forjó lo que después sería nuestro país. La Nueva España, alcanzó niveles de riqueza que ya los quisiéramos tener ahora. Basta visitar los centros históricos de muchas ciudades mexicanas, para darnos cuenta de la grandeza y riqueza que había. Compare eso con la periferia de nuestras ciudades, donde lo círculos de miseria, laceran el alma.
Si claro, había muchos pobres en La Colonia, sin duda y siempre los ha habido. ¿Pero, es que ahora ya no tenemos pobres? Proporcionalmente, tenemos muchos más. Y siguen acumulándose.
La mirada al pasado empieza en la debacle posterior. En el fallido intento de ser una nación independiente. Pasamos de ser dependientes de España, la Madre Patria, a ser sujetos de nuestro padrastro los Estados Unidos de América.
También, a los que pretendían controlar a las masas les urgía crear héroes. Muchos muy cuestionables. Luego, haremos un análisis de éstos. Pero, básicamente, si miramos al pasado es porque lo consideramos mejor.
Y así, ante este México dividido, sumido en la violencia, en la pobreza en la desesperación, no surge otra mejor alternativa que mirar a lo que fuimos. Desgraciadamente no vemos en la dirección correcta. Si no, en la que, admiramos a muchos héroes, que, en un análisis objetivo, más bien, fueron nuestros villanos.
Así que, dejemos de añorar nuestro pasado. Seamos objetivos. Al pasado hay que recordarlo, sí, pero para retener lo bueno y corregir lo malo. Hay que, mejor ver nuestro presente, analizarlo y proponer cómo lo mejoramos para vivir mejor el hoy, y gozar de un mejor futuro.
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-¿De qué escribiste hoy?-
-De que añoramos el pasado porque lo consideramos mejor.-
-¿Será por eso que me la paso pensando en cuando era soltera?-
¡¡¡PLOP!!!
El escritor es jefe de departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Guadalajara