Verdadero cínico

Ahora que está tan de moda el hablar de “austeridad”, cabe mencionar a un austero de verdad: Diógenes de Sinope. (412-323 a. C.).

“No obstante haber sido “fifí” (se diría hoy) dejó toda su riqueza, para vivir como los perros, en la calle y sin ninguna posesión.

En su temprana juventud, Diógenes fue acusado de adulterar monedas de la ciudad. No negó los cargos. Alegó que el Oráculo de Delfos le había dicho que si quería alcanzar la fama hiciera eso.

Sin duda llegaría a ser tan famoso que henos aquí, casi 2500 años, escribiendo de él.

Posteriormente, Diógenes, conocería a Antístenes, fundador de la filosofía cínica.

Cabe recordar que el término cínico viene del griego kinis o kinikos que significa perro. (Hoy en día cínico alude a falso, desvergonzado).

El ideal de los cínicos (los antiguos no los de hoy) era vivir como los perros. Es decir, no tener posesiones, vivir en la calle, hacer ahí sus necesidades, vivir verdaderamente frugal y austeramente. Nada de falsas poses de pobretón, como muchos presumen. Como decía mi abuela “comen faisán y vomitan pollo”.

Se dice que Diógenes fue congruente con su filosofía. Incluso vivía en un tonel. ¡Qué esperanzas de vivir en un palacio! Él, si era congruente con lo que decía ser.

Cuenta la leyenda que un día el poderoso emperador Alejandro Magno lo visitó. Éste, dijo a Diógenes: “Pídeme lo que quieras”.

El filósofo honesto con su pensamiento solo respondió, “hazte a un lado que me tapas el Sol.

Tal fue la huella que dejó en el poderoso conquistador, que Alejandro Magno, poco antes de morir, mencionó que de no haber sido quien fue, hubiera querido ser Diógenes.

Así que, no está demás reflexionar sobre la coherencia de vida, de pensamiento. Ser sincero con nosotros mismos. Pues, si no somos así ¿podemos ser sinceros con los demás?

–              ¿De qué escribiste hoy? –

–              De los cínicos. Aquellos grandes que no tenían posesiones ni nada. –

–              Ya entiendo por qué nos tienes viviendo así. –

¡PLOP!!!