El presupuesto es un laberinto
Ideología y felicidad
¿Usted cómo se define, estimado lector, de izquierda, de centro o de derecha? Tal vez si es de izquierda crea en el progreso indefinido de la humanidad, luego es progresista. También, tal vez crea que, hay que defender el aborto, el matrimonio entre parejas del mismo sexo, el libertinaje sexual, y otras tantas cosas.
Si es de derecha, pues es tradicional. De seguro cree en la importancia de la familia. En el matrimonio natural entre un hombre y una mujer. Defiende la vida en el seno materno y tiene valores ancestrales.
Si es de centro, lo más seguro es que no se defina, por el aborto tal cual, sino con ciertas condiciones. O sea, tolerante con respecto a la unión “matrimonial” de los mismos sexos “en determinados casos”.
Respecto a la política y sistemas de gobierno, si es de izquierda, puede creer en una izquierda progresista con verdadera democracia, solo que implementando los cambios sociales liberales. O tal vez, sea simpatizante del socialismo, o quizá del comunismo y admire, a Fidel Castro, a Lenin o Stalin, donde no se elige al gobernante y se pierden libertades.
Si es de derecha, admirará la democracia participativa. En materia económica el libre mercado, el capitalismo o, tal vez, la monarquía; la época en que realmente gobernaban los reyes.
¿Pero, para qué necesitamos creer en las ideologías? ¿Cuáles ventajas tenemos con definirnos de uno u otro bando? (De izquierda, derecha, de centro, de centro izquierda, de derecha moderada, de ultraderecha, uf, uf). Pues, porque, al final de cuentas, creemos que alguna de esas posturas político-económicas nos llevarán a lo que todos anhelamos: La felicidad.
Pero, analicemos. Por ejemplo, una mujer que aborta voluntariamente. ¿Podrá estar feliz porque participó en la muerte de su hijo? Difícilmente. Nos es lógico pensar que tendrá remordimientos muy fuertes que quizá no la dejen ser feliz.
Otro ejemplo, aquel que busca un régimen comunista. ¿Podrá ser feliz cuando se supriman sus libertades y empiece a escasear el trabajo y la comida? No lo creemos.
Pero, ¿qué hay del lado de la derecha? Abogar por la vida, la familia, los valores. Eso por sentido común es más sensato y nos puede acercar, más fácilmente, a la felicidad. Pero, la derecha, como ideología, también tiene imperfecciones. Hay veces, por ejemplo, que dentro del libre mercado, se dan muchos abusos a la clase trabajadora. Ello, ciertamente, a un gran sector no lo hará feliz. O se podría abusar de lo material y descuidar lo espiritual.
Pero, ¿entonces cuál es la solución? Lo que consideramos más sensato es despojarnos de las ideologías. Éstas, interpretan la realidad de manera distorsionada. Y no hay como ver la realidad, tal cual es. Y el ser humano, por naturaleza tiende a la vida y, queremos la vida, para ser felices. ¿Por qué no optar por un sistema de gobierno que mire en torno a esos dos grandes rubros: vida y felicidad? Usted, ¿cuál propone, estimado lector?
– A ver jóvenes, ¿Cuál modelo de gobierno proponen como el mejor? –
– La Fiestocracia, profe! –
¡¡PLOP!!!