![](https://jalisco.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2020/11/Presidente-de-Estados-Unidos-Donald-Trump-FOTO-DONALD-TRUMP-FACEBOOK-107x70.jpg)
¡¡¡Plop!!!
Clase media, clase virtuosa
Normalmente hablamos, en términos económicos, de nivel de vida, de tres clases sociales, clase baja, clase media y clase alta. Cabe señalar que en estas hay subdivisiones pero, en términos generales podemos agruparlas en tres.
Los de la clase baja, tienen aproximadamente ingresos, de menos de 7 mil pesos mensuales y estos suelen ser a veces, temporales. Los de la clase media, su nivel de percepción económica oscila entre en una media de 30 mil pesos. De la clase alta, podríamos decir que desde 200 mil en adelante y, sin límites.
Debido a sus escasos ingresos, la clase baja, no dispone ni de los recursos, ni del tiempo suficiente para prepararse en el estudio o en algún oficio. Tal vez tenga aspiraciones sin duda, pero, las condiciones socio económicas, difícilmente le permiten superarse en ese aspecto.
Respecto a la clase media, ésta se encuentra en un nivel de ingresos, que, aun teniendo complicada su existencia, puede disponer de algo de recursos y de tiempo para prepararse, terminar la educación media y aspirar a la educación superior, licenciaturas, maestrías, doctorados.
De la clase alta, al contar con los suficientes recursos, tanto monetarios como temporales, puede prepararse en las mejores universidades de su país o del mundo.
Cabe señalar aquí que, no debemos confundir educación con preparación. La educación es, -según nos dice, Tomás de Aquino- el estado de virtud. Por su parte, la preparación o adiestramiento, es el arte o ciencia que aprendemos en una casa de estudios. También, suele confundirse la educación con los buenos modales, por ejemplo, el saludar, el pedir por favor, eso es parte de la educación pero, no lo es todo.
Bien, ya que hablamos de virtud, esta se define como el hábito bueno que nos mueve a obrar el bien y evitar el mal. Las virtudes, dice el filósofo de la antigüedad, Aristóteles, están entre dos vicios, uno por defecto y otro por exceso. Por ejemplo, la valentía como virtud, está entre el vicio de la temeridad, que es llevar la virtud a un grado exagerado. En este abuso, se puede poner en peligro la vida. Pero, está el vicio por defecto, donde no se tiene nada de virtud, ahí tenemos a la cobardía.
En el ámbito de los bienes materiales también podríamos adecuar estos lineamientos. El vicio por exceso sería tener tantas cosas o, tanto dinero, que ni siquiera pudiéramos gastarlo en ésta o en otras cinco generaciones. El vicio por defecto, sería la pobreza, aquellos que tienen muy poco o nada de lo que necesitan para vivir. Ahí se encuentran las clases bajas, que la mayoría de las veces, por falta de oportunidades de preparación y/o falta de aspiraciones, no tienen lo suficiente para llevar una vida digna.
Por lo tanto, por su nivel de ingresos y de pertenencias podemos afirmar que la clase media se encuentra entre dos extremos, uno por exceso, la clase alta o rica, otro por defecto, la clase baja. Y como lo mencionamos anteriormente, la virtud está entre dos extremos, por lo tanto, la clase media está en la virtud, ergo, es la clase social virtuosa.
-¿De qué escribiste?-
-De que la virtud está en el término medio.-
-Pues, entonces, has de ser muy virtuoso, porque medio cumples, medio trabajas, medio dejas el chivo.-
¡¡¡PLOP!!!
Salvador Echeagaray es director del Departamento de Filosofía de la UAG.