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Descomplicado
MANTENI –MIENTO
Le han fallado los brujos y chamanes con los que empezó el gobierno de López Obrador. ¿Si recuerda, estimado lector, esos rituales en su toma de posesión? Y no solo nos referimos a que en lo económico este gobierno no ha funcionado. No. Tampoco fueron los gobiernos neoliberales, ni el confinamiento por la pandemia. Desde que agarró las riendas, empezó a ir mal la economía, la seguridad, la mala suerte, “puesn”.
Y es que, este gobierno empezó con tragedias. La primera gran tragedia en la que costaron vidas fue la explosión de un ducto de gasolina en Tlahuelilpan, Hidalgo donde murieron más de 70 personas.
Debido a la escasez del energético, provocada por el supuesto combate al “huaichicol”, los moradores de ese pueblo se bañaban de alegría en ese ducto que repartía combustible, cual fuente rebosante de emanación infinita. Se les permitió actuar. Autoridades civiles, no hicieron nada. La tragedia no se hizo esperar. El estallido era inminente y así fue.
Fue la primera gran desgracia en muertes que se pudieron haber evitado.
El otro cúmulo de muertes son las de todos los días por la gran violencia que vive nuestro país y que los abrazos no han podido calmar. Al contrario, las balas abrazan a la ciudadanía.
La escasez de medicinas y servicios médicos, también provoca muertes que se pueden evitar. Y no se diga el pésimo manejo de la pandemia. “Abrácense” parecía grito de Juan Gabriel.
Pero, esta crónica de una tragedia anunciada, que se pudo haber evitado, no se hizo. Todo por ganar más, por robar, por medrar con una obra pública, por la prisa de inaugurar la línea 12 del metro en el gobierno de Marcelo Ebrard. Las noticias de aquella época eran tendientes a que se había construido mal. Falta de planeación, prisas, escatimación del presupuesto, luego, aumento de este, pero que no se tradujo en mejoría.
Ebrard viajó a refugiarse a París, la Ciudad Luz, el paraíso del arte y la intelectualidad.
Acá le dejó la bronca a Miguel Mancera quien la suspendió para “reparar” los daños.
Un año sin funcionamiento.
Después la retoma Sheimbaum. “Diario se le da mantenimiento”. Manteni — “miento”. A lo mejor no le entendimos al encriptado mensaje.
Lo que mal empieza, mal acaba. “Parvus error in principio est magnus error in fine”, un pequeño error al principio es grande error al final.
Y ya lo vimos. Las autoridades no atendieron las señales de que las instalaciones de la Línea Dorada del metro estaban mal hechas. No solo era cuestión de mantenimiento. Los trenes no eran para esos rieles. Un sin número de irregularidades más. Pero, al fin de cuentas, lo que vale son los votos, pero con esto, más bien, hacemos votos para que, los próximos legisladores y autoridades que se elegirán, sean gente responsable.
El mantenimiento es necesario para todo. Para una casa, un aparato, para una relación. No se puede dejar de hacer. Menos destinar los recursos en banalidades, como estadios de béisbol. En ese caso, si son muy indigenistas que promuevan el Ulama, no el deporte del odiado régimen del norte. ¡Ah, pero como el béisbol era el juego favorito de Fidel y de Chavez, pues “ese es el bueno”!
Así que, ya vimos que los políticos, por su cuenta, no van a hacer nada, para proteger “al pueblo sabio”, pero, como el pueblo es “sabio” sabrá protegerse a sí mismo.
– ¿De qué escribiste? –
– De que el pueblo es sabio. –
– Ahora entiendo porque no te sientes del pueblo. –
– ¡PLOP! –