Regreso virtual.

Ayer, millones de niños regresaron a clases. Clases virtuales, pero clases al fin. Eso es mucho mejor que estar todo el día viendo tele o jugando con videos.

Las clases virtuales no son el ideal de enseñanza, pero, hay que aceptar una cosa, llegaron para quedarse.

Aún así, cuando se regrese a la normalidad o, lo que que  quede de ella, se van a seguir implementando, clases virtuales.

Y es que, combinadas con las clases presenciales, la instrucción a distancia es un buen complemento. De manera virtual se puede escuchar la clase o conferencia de algún maestro lejano o, por video chat, los niños pueden compartir experiencias de su propia cultura, con niños de otros países. De esta forma se puede internacionalizar la educación de sencilla y económicamente.

Pero, el hábito, que se creó con este confinamiento de c enlazarse de forma virtual con el maestro y otros alumnos, potenció la educación de manera global.

Así, será más fácil ver la ponencia, en tiempo real, de tal o cual científico, de tal o cual filósofo. Situación que de otra forma sería casi imposible.

Así que, aprovechemos lo bueno que nos dejó el confinamiento, pero, solo lo bueno. Lo que sí, nada podrá superar al alumno -maestro en el aula real.

  • – ¿De qué escribiste hoy? –
  • – De que no son tan malas las clases a distancia –
  • – No, pues no han de ser. Llevamos 20 años de casados y como si fuera a distancia-.

¡¡¡PLOP!!!

El autor es director del Departamento de Filosofía de la UAG.