¡¡¡Plop!!!/Salvador Echeagaray

Predicción o casualidad

Desde hace aproximadamente veinte años, comencé a leer acerca del Nuevo Orden Mundial. Me llegó un libro, precisamente con ese título, cuyo autor es el filósofo y teólogo, Alfredo Sáenz.

En esa obra, se habla de la imposición a nivel mundial de un solo gobierno, de una sola religión, de un solo sistema de pensamiento. Tal cambio drástico lo haría una élite muy poderosa, que pretende gobernar al mundo.

Aunado a ese tipo de lecturas, que hoy un tanto, son para muchos, fácilmente desacreditadas como “teorías de la conspiración”, incursioné en predicciones futuras sobre la humanidad. El tema de los últimos tiempos me ha fascinado, como a muchos, si no es que, a casi todo los humanos.

Dentro de estas predicciones destacan, también, la implantación del gobierno del anticristo. Pero, para que este régimen llegara al poder era necesario una generación de un tremendo caos. Éste sería creado por una tremenda crisis económica y, también, la mortandad de muchísima gente. Incluso, se hablaba de hasta tres cuartas partes de la humanidad.

Lo anterior viene al caso, just in case, ya que los habitantes de este planeta estamos experimentando. Tenemos ante nosotros una profunda crisis de salud generada por un microscópico e impredecible ser, el coronavirus 19. Este invisible a simple vista, bichito, sigue provocando la muerte, de ya, millones de personas. ¿Cuántas más habrá que contabilizar?

Además, las acciones derivadas para la protección de este Covid-19, han causado pérdidas económicas y, seguirán provocando, caídas drásticas en las economías de muchos países.

¿Será entonces, que, se están cumpliendo algunas de las predicciones, o estamos ante una “casualidad?. Esperemos, que sea lo segundo y que, pronto, como humanidad, vamos a salir adelante.

–          ¿De qué escribiste hoy? –

–          Sobre las predicciones futuras de la humanidad. –

–          Ah, aprovechando,  yo predigo que me vas a dar 200 pesos para la rosca de reyes. –

–          No más traigo 100 pesos. –

–          Pues. es rosca de reyes, no de lacayos. –

¡¡¡Plop!!!