
Visión Financiera
Las categorías aristotélicas en el estudio
Estudiar y aprender no es fácil, requiere de constancia y atención. Sin embargo, se puede facilitar. Para lograr lo anterior debemos ordenar el conocimiento.
Para esto puede ayudarnos, enormemente, la aplicación de las categorías
que formuló el gran filósofo de la antigüedad, Aristóteles.
Este pensador hizo una disección en la que se puede englobar todo lo que existe y se le conoce como las Categorías Aristotélicas, que son diez (la substancia más nueve accidentes).
Expliquemos:
Substancia y accidentes.
La sustancia. Es la esencia de la cosa
Es lo que es. Los accidentes son aquellos elementos que revisten a la substancia.
Expliquemos, el caso de alguien llamado Juan.
· La substancia de Juan es ser hombre (animal racional).
· Sus accidentes son:
1. Cantidad.
Aquello de Juan que se puede medir. Ejemplo, cuánto pesa, a cuánto asciende su estatura.
2. Cualidad.
Son aquellas características que lo distinguen.
Es bueno, es amable, es inteligente o al revés, es malo, tonto, etc.
3. Acción.
Es lo que realiza Juan. Ejemplo: Juan estudia, Juan baila, Juan come.
4. Pasión.
Son los efectos que recibe Juan de su entorno, generalmente.
Juan es enseñado, Juan es querido, Juan es extorsionado, etc.
5. Tiempo.
Es el accidente en el cuál le toca vivir. Nace en 1980, está ahora en 2025, etc.
6. Ubicación.
Donde se encuentra Juan. En México, en Estados Unidos o en Europa.
7. Situación.
Es el estado en que Juan se encuentra dispuesto, por ejemplo, de pie, sentado, acostado, etc.
8. Hábito.
Es lo que reviste a la substancia.
De traje, en camiseta, con abrigo, etc.
9. Relación.
Los vínculos de algo con otros seres.
Juan es hermano de Jorge y de Irma, tío de Araceli, etc.
Así, aplicando las categorías Aristotélicas al estudio podemos entender mejor las cosas.
Si vamos a estudiar matemáticas, por ejemplo, podemos diseccionar los elementos que hemos visto.
Las matemáticas serían la substancia que es la relación de los números que cuantifican los objetos; la cantidad, los números a sumar o dividir y el resultado de ello, la cualidad, es fácil sumar, difícil resolver una ecuación. La acción sumar, restar, multiplicar. La pasión, al número 10 se le restan, 8 y nos da la cantidad de 2. El tiempo que duramos haciendo la operación. Ubicación, donde se suma, en una calculadora, en un cuaderno, en la mente. La situación, para sumar las cantidades se escriben de arriba hacia abajo o en forma lineal. El hábito, sería como se presentan las cantidades con números arábigos, números romanos, números mayas, etc. La relación, los números pares, los números dígitos, la raíz cuadrada de tal número, etc.
Esto lo podemos aplicar a cualquier ámbito del saber. Si así lo hacemos entenderemos mejor de qué se tratan.
Anécdota, cuando estudié periodismo nos decían que, al escribir una nota, o hacer una entrevista, tratáramos de saber, qué, cuándo, dónde, porqué, para qué, etc. Esto no era otra cosa que discernir las categorías aristotélicas.
- ¿Por qué la sustancia rompió con la cantidad?
- Porque sentía que la relación ya no tenía esencia.
¡¡¡PLOP!!!
El autor es director del departamento de filosofía de la UAG.