Visión Financiera/Georgina Howard
¡Ay mi Mazatlán!
«Juventud divino tesoro, te vas para no volver; cuando quiero llorar no lloro y, a veces, lloro sin querer». Este fragmento de poesía cuyo autor es Ruben Dario, viene a cuento, porque, ya los años empiezan a hacer dagas en mi persona. Pero, sobre todo, es que veo las noticias o, videos y advierto la situación de nuestro país. Y, no me dan ganas de llorar, no, ganas no me dan de llorar, ¡lloro de verdad!
¿Cómo es posible que estemos en esta situación económica, política y social? ¿En qué momento ganaron los malos? ¿No se supone que al final ganan los buenos?
Si es así ¿cuánto falta para el final? O ¿qué más queremos ver? Por ejemplo, Sinaloa está en guerra, Y la autoridad, escondida. ¡No hay orden, no hay vergüenza, no hay dignidad!
Hace días vi un video de una balacera en Mazatlán. Gente corría dentro de una plaza. Ráfagas tronando estrepitosamente. Un niño lloraba angustiado, envuelto en pánico.
Yo fui niño en Mazatlán. Viví una infancia muy feliz. Seguido íbamos un grupo de infantes a explorar el entorno. Regresábamos a merendar. No había peligro. Podíamos andar a gusto y nuestros padres no se mortificaban sí se nos hacía tarde.
Hoy Culiacan y Mazatlán parece que están en Palestina. ¡No más falta que se lancen misiles!Por cierto ¿y el Rocha?
¡¡¡PLOP!!!