¡¡¡Plop!!!/Salvador Echeagaray

Bienes y felicidad

Estimado lector, tal vez usted tenga un gran lote de joyas, o una gran colección de autos, o mucho dinero en el banco. Felicidades, y más, por  si ha sido logro de su esfuerzo. Tal vez lo recibió de herencia. Sin embargo, no es fácil mantenerlos. 

Pero, déjeme hacerle una pregunta. ¿Usa las joyas que tiene? ¿Cada cuánto se pone el fabuloso collar de esmeraldas? Tiene muchos años sin usarlo, ¿verdad? No se atreve ya a salir con él. O el fastuoso reloj de oro y diamantes, ¿lo usa a diario? A veces ni a las fiestas se anima a llevarlo por temor a que lo asalten. 

Y ¿qué me dice de su colección de autos, usa uno diario o cómo le hace?

Dice Platón, el filósofo griego de la antigüedad, que no hace feliz al ser humano el tener algo y no usarlo o no poder hacer uso de ello. Leamos parte del diálogo Eutidemo: 

—Más aún, si alguien posee riqueza y los bienes, todos, que acabamos de nombrar, pero no los usa, sería feliz por la sola posesión de ellos? 

—No, por cierto, Sócrates. 

—Según parece, pues, es necesario que el que quiera ser feliz no solo posea semejantes bienes, sino que los use, ya que ningún provecho se obtiene de la mera posesión. 

—Es verdad. 

¿Qué piensa de ésto, estimado lector o lectora? Claro, que se obtiene gozo de ver lo que tenemos. Pero, más gozo sería poder usarlo. No se trata solo de tener un par de zapatos. Eso es ilógico. Necesitamos un tipo de calzado para hacer ejercicio o caminar grandes distancias. A una fiesta, medianamente elegante, no vamos a ir con tenis o chanclas. También, necesitamos unas pantuflas para andar cómodos en nuestro hogar.

En esta situación otro filósofo, pero, discípulo de Platón, Aristóteles nos dice en su Ética, que los bienes se deben tener en un término medio, ni demasiado que sea una gran preocupación tenerlos, ni tan poco, que no satisfagan nuestras necesidades.

Sin embargo, si tuviéramos muchísimos bienes, que sobrepasen nuestras necesidades, pues, hay que compartirlos. Si tengo muchas casas, rentarlas a precios justos. Si tengo una gran colección de autos, organizar una exposición gratuita y pasear a algunos niños u organizar la exposición y donar las ganancias. Tantas cosas que se pueden hacer.

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• Sabías mujer, que el gran Rey Salomón tenía 300 esposas y 700 concubinas.
• No lo sabía.
• Me pregunto ¿cómo le habrá hecho para atender a todas?
• Pregúntate, más bien, ¿cómo le puedes hacer para atender a una.
• ¡¡¡PLOP!!!!

El autor es director del departamento de filosofía de la UAG.