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¡¡¡Plop!!!
Tres virtudes para el 2023
¿De seguro está alarmado con el aumento de precios, de la inseguridad y ve un nubarrón negro en el futuro del país y por ende, en el suyo propio?
Pues, este año nuevo vamos a tener que hacer acopio y uso de tres virtudes importantísimas para salir adelante. Estos buenos hábitos, nos ayudarán a no deprimirnos y no perder la fe en un futuro mejor.
Bien, haciendo un repaso rápido. Virtud viene del latín “vir” que significa fuerza. Así que, una virtud es un buen hábito o costumbre que nos da fuerza para afrontar dificultades, y todo tipo de amenazas que pretendan extirpar nuestra buena conducta.
Así que, este 2023, recomendamos tres virtudes imprescindibles.
1. Para afrontar la carestía de la vida, el alza de precios que impide nos alcance el dinero, vamos a tener que desarrollar la virtud de la templanza. Ésta es el hábito bueno que modera nuestros placeres. Así que, si antes se nos antojaba cualquier cosa de comer o de beber, tenemos qué ser templados para a veces abstenernos de comer de más.
¿Cuántas ocasiones vamos a “hacer el super” y compramos cosas que no venían en la lista original? Son antojos que merman nuestra economía.
Tal vez tenga que esperarse un poco ese cigarrito, ese postrecito o ese vinito, pero con el buen hábito de abstenerse, cuando se pueda dar ese lujito, verá que hasta la sabrá mejor.
2. Como es de notarse, la inseguridad ha aumentado considerablemente. Todos los noticiarios, nos reportan día con día, asesinatos, asaltos, secuestros, etc. Así que, la siguiente virtud que recomendamos es la prudencia.
Ésta se define como la virtud que nos hace actuar o no, hablar o callar en cualquier circunstancia.
Entonces, debemos ser prudentes. Al salir de casa voltear para todas partes, no sea que nos sigan o intenten asaltarnos. Si esto último pasara y no somos expertos en defensa personal, es preferible no intentar enfrentarse al ladrón, si no, soltar nuestras pertenencias. No vaya a ser que nos suelten un balazo.
En este caso la prudencia implica en no hacer ostentación de nuestros bienes. Todavía se sigue usando a las redes sociales como vehículos para presumir viajes, fiestas suntuosas o el carro último modelo recién sacado de la agencia. No sabemos quién puede estar mirando esas redes. Así que, mejor, seamos prudentes.
Bien decía, Doña Tina, mi abuela paterna, “come faisán y escupe pollo”.
3. Por último, ante tanta adversidad, tanto panorama negro en la economía, en la política en la salud, etc., no debemos perder la virtud de la esperanza en que superaremos todos estos obstáculos.
La esperanza es el buen hábito de que habremos de recibir de Dios, todo lo prometido por Él. Así que, si somos creyentes, no dejemos de orar, de agradecer y de pedir. Eso sí, como decía San Bernardo: “A Dios rogando y con el mazo dando”.
– ¿De qué escribiste hoy?
– De la templanza, de la prudencia y de la esperanza.
– ¡¡¡De seguro son un trío de lagartonas!!!
¡¡¡PLOP!!!
El autor es director del Departamento de Filosofía de la UAG.