Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
SÍ CUBRE
¿Ya se quitó su cubre bocas? ¿Ya se siente libre de salir sin él? ¿Ya llega al súper, a la farmacia con boca y nariz descubierta? ¡Y no se diga de una fiesta: ni pensar en ponérselo!
Fueron más de dos años con ese trapo o paño frente a nosotros. Tapándonos la cara. Tapando nuestra fealdad o belleza. Tapando buenas o malas intenciones.
Y es que de alguna forma nos ayudaba el antifaz. -Si estoy feo no se me nota tanto… si tengo mal aliento se disimula… si ando mal arreglado con el cubre bocas muy esparcido, no me reconocerán, etc.-
El antifaz o cubre bocas tiene, como todo, ventajas y desventajas.
La ventaja más importante, es cuidar nuestra salud.
¡Pero, ya se acabó la pandemia! – ¡No! —
No ha terminado.
Según nota, publicada recientemente en el diario tapatío El Informador “desde el 10 de mayo que se eliminó la obligatoriedad del uso del cubrebocas en Jalisco, los casos de COVID ha ido en incremento.
Este medio publicó que los casos incluso se han duplicado, pues del domingo 1 al sábado 7 de mayo hubo un promedio diario de 72 contagios del virus y para la semana del 22 al 28 de mayo se reportaron 165 cada 24 horas”.
En dos años y medio del uso del cubre bocas, ni una gripita me dio. A menos de un mes de no usarlo me enfermé de Covid. Tal vez haya sido por otra situación. Pero, hoy me doy cuenta, que el cubrebocas y cubre nariz, de una o muchas enfermedades, sí nos cubre.
—–
– ¿De qué escribiste hoy? –
– De que debemos seguir usando el cubre bocas.
– ¡Vaya! Hasta que dices algo sensato.
¡¡¡PLOP!!!
El autor es director del departamento de filosofía de la UAG.