Libros de ayer y hoy
Hola estimados, estimadas y estimades, lectoras, lectores y lectoros! Espero que hayan pasado felices, felisas y felisos fiestas!
Y que hayan recibido y dado, dade y dada muchas regalos, regalas y regales!
Fiu!!!
A qué relajo es esto del lenguaje woke. Por más que me quiero acostumbrar, no puedo.
La verdad es que no lo voy a usar. Ya casi llego al sexto piso y «chango viejo no aprende maroma nueva».
Sin embargo, dejo algunas reflexiones sobre el lenguaje inclusivo o «woke» .
1. Limita la libertad de expresión.
El lenguaje woke, al priorizar la sensibilidad y la inclusividad, puede restringir la libertad de expresión.
Algunas personas consideran que se autocensuran o sienten presión para hablar de cierta manera, limitando así, la diversidad de opiniones y debates abiertos.
2. Divide en lugar de unir.
Al intentar resaltar las diferencias y abogar por una mayor sensibilidad hacia distintos grupos, el lenguaje woke a veces puede acentuar las divisiones y crear polarización.
Esto puede llevar a una sociedad más fragmentada en lugar de fomentar la unidad y el entendimiento mutuo.
3. Crea jerarquías de victimización.
El énfasis en la inclusión de grupos marginados puede resultar en la creación de una jerarquía de victimización, donde ciertas experiencias y voces se consideran más válidas que otras. Esto puede generar resentimiento y desigualdad entre grupos.
4. Pone énfasis en las palabras en lugar de las acciones.
Al centrarse tanto en el uso correcto del lenguaje, el movimiento «woke» a veces puede desviar la atención de las acciones concretas que son necesarias para lograr un cambio.
5. Puede generar resistencia y rechazo.
El lenguaje woke a menudo se percibe como políticamente correcto y puede generar resistencia en aquellos que no comparten sus premisas.
Este rechazo puede dificultar el diálogo y la cooperación para abordar problemas sociales.
6. Aumenta innecesariamente las palabras en un texto.
7. En muchos casos se altera el significado de los términos.
Ejemplo: Refiriéndonos a la popular gaseosa:
Quiero coco, en vez de coca.
Por lo tanto, si bien el lenguaje «woke» tiene la intención de fomentar la inclusividad y el respeto, es importante considerar los posibles efectos negativos que su uso puede tener en la sociedad.
Al abordar estos problemas, podemos trabajar hacia una comunicación más efectiva y una sociedad más unida. El autor es académico UAG.